Advertencia
Desde julio de 1819 emprendí llevar por escrito algunos ligeros apuntamientos sobre los sucesos
políticos de nuestra gloriosa revolución por la independencia. Estos apuntes fueron al principio
muy diminutos y reducidos casi enteramente a conservar las fechas en que acaecían algunos
sucesos importantes, especialmente los militares. Poco a poco los fui extendiendo de modo que
después no omití suceso alguno que en mi concepto tuviera importancia, lo que he observado en la
mayor parte de estos apuntamientos.
Como en ellos daba yo lugar a todas las noticias probables que corrían, ha sucedido que
algunas resultaban después o falsas o inexactas. Por consiguiente no todo lo escrito en este
Diario se debe tener como cierto, pero a lo menos eran las noticias que circulaban en la
respectiva época como verdaderas.
He procurado ser imparcial y exacto en este Diario escrito y corregido hasta el 31 de
diciembre de 1856. Puede ser que en algunos sucesos no lo haya conseguido, sin embargo de
que recientemente he visto y corregido de nuevo los borradores hasta el 31 de diciembre de
1834, en que termina el primer tomo.
Constante he sido en escribir este Diario, formado cuando más tarde cada dos meses, siempre
que no estábamos en revolución o que los sucesos no exigían por su naturaleza que
inmediatamente se escribiera su relación. Espero continuar el mismo sistema hasta que la
Providencia tenga a bien, o privarme de la salud, o llevarme al sepulcro. Naturalmente mis
días deben ser cortos, contando ya 75 años, aunque gozo de buena salud.
Bogotá, 5 de enero de 1857.
Año de 1819
Julio 28
Hacía días que corrían noticias sordas y de origen incierto que Bolívar, el general
independiente de Venezuela, se hallaba en Guadualito con una división respetable de tropas
destinadas contra el Nuevo Reino de Granada. Mas todo hombre sensato las juzgaba inciertas.
Sin embargo en el correo de esta fecha se han confirmado por cartas imparciales que dicen ha
pasado ya la cordillera de los Llanos de Casanare, y que, en el pueblo de Gámeza, cerca de
Tunja, empeñó una acción con las tropas reales, teniendo Bolívar 2.200 hombres. Aseguran que
fue batido en aquella acción con pérdida de 180 hombres y que lo acompañan los jefes Donato
Pérez, Soublette, Santander, Anzoátegui y otros. También se ha dicho de Páez, pero es
incierto. Algunos aseguran que Bolívar trae 4.000 hombres, otros que más, otros que menos;
lo cierto no se sabe. Se nos dice que la división de tropas reales mandada por el coronel
Barreiro y que está en Tunja, llega a 4.000 hombres, y que Santafé absolutamente nada tiene
qué temer de las tropas independientes.
Agosto 8
Pasamos estos diez días sin noticia alguna, y viendo que no venía extraordinario alguno al
gobierno, creímos que no había novedad. Llegó el correo de Santafé y nada más trajo sino que
Bolívar con su ejército estaba en Santa Rosa cerca de Tunja, y que el ejército real ocupaba
esta ciudad. Con fecha 29 de julio escriben de Santafé que aguardaban de un día a otro la
noticia de la acción que debía darse el 26 o 27, y que estaban fortificando la ciudad. Esto
nos indica que no hay superioridad de parte de las tropas reales, y que la expedición de
Bolívar no es solamente una locura suya como la caracterizan los realistas, sino un ejército
organizado. Se dice que no vienen tropas inglesas en él.
Es un misterio cómo ha dejado Bolívar a Venezuela: si no está conquistada, ¿cómo deja un
flanco tan inmenso como el que hay desde Cúcuta a Guayana? ¿qué fuerzas lo cubren? ¿cuáles
lo defienden del señor Morillo? Si estuviera conquistada, ya se supiera, cuando por Jamaica
se han recibido cartas de Valencia que llegan hasta mayo, y nada se dice en ellas. Acaso
Bolívar se ha aprovechado de las inundaciones de los Llanos del Orinoco para venir a atacar
la Nueva Granada, ahora que el señor Morillo no puede avanzar sobre Guayana. Tampoco se sabe
de este general, pues el mismo gobernador de la provincia, don Carlos Tolrá, ha dicho que
hace seis meses nada se sabe de él.
Agosto 11
En este día se hicieron en Rionegro las honras de la reina de España. Después de ellas pasó
para Medellín un extraordinario de Santafé, el que nos dejó llenos de cuidado, esperando
alguna gran novedad.
Agosto 15
En este día han venido varios de Medellín, los que debían saber el contenido del
extraordinario que pasó el 11, y de otro que aseguran pasó el 13; pero el gobernador nada ha
dicho, ni en Medellín se ha traslucido; así es evidente que no trajo noticias favorables al
gobierno y tememos una catástrofe en Santafé, de la que acaso se seguirán al Reino males
inmensos.8
A las 4 de la tarde recibió un vecino que tenía intereses en Juntas y Nare, una carta de aquí
fecha 11, a las 7 de la noche, en que le dicen que acababan de llegar los españoles que
venían huyendo de Santafé, que estaba perdida, y que el virrey se hallaba ya en Honda. Al
mismo tiempo pasó para el gobernador un pliego urgente que se conoció ser el sobre de don
Antonio María Santamaría y la marquilla de Nare. Esto se traslució en el momento en el
público; pero la otra carta se tuvo oculta, temiendo al gobernador [Carlos] Tolrá, que es
capaz de quitar la cabeza a cualquiera que esparza una noticia infausta a las armas reales.
Agosto 16
Esta noche fue agitada, especialmente para mi familia, por ignorarse la suerte de don Pedro
Sáenz, español, que se hallaba en Santafé. A las 9:30 de la mañana llegó de Medellín el
oficial Llinás y dijo que el gobernador Tolrá pensaba abandonar la provincia e irse con su
tropa, porque no era bastante para defenderla; que él iba para Nare a adquirir noticias del
virrey, cuyas órdenes esperaba el gobernador. Los comprometidos en la anterior revolución,
en cuyo número me cuento, tuvimos temores con la venida de Llinás, pues al principio creímos
que su comisión era ejecutar algunas prisiones. El gobernador había dicho repetidas veces
que en un peligro degollaba a todos los sospechosos y ponía presos a otros, mas parece que
se ha llenado de terror, y si se duerme un poco, creo que no pueda salir. Dicen que emigran
con él todos los españoles y algunos americanos realistas. A las 12 salió Llinás para
Juntas, y entonces descansamos los comprometidos, pues parece que el gobernador no se
atreverá a hacer violencia alguna antes de salir de la provincia.
A las 6 de la tarde se dijo que en Quito hubo revolución y que el presidente estaba en
Popayán, emigrado. No sé el fundamento que tenga esta noticia, aunque ha venido correo de
Popayán y hace algunos días que se dice esto mismo. Se añade que es efecto de la toma de
Lima por las tropas de Buenos Aires mandadas por el general San Martín. Falso.
A las 7 de la noche supimos que don Pedro Sáenz estaba en Canoas de camino para su casa,
noticia muy plausible para mi familia.
Agosto 17
Nada particular hemos sabido en la mañana. A las 12 vino de Medellín don Juan Crisóstomo
Campuzano, y nos dijo que la batalla entre las tropas reales y las de Bolívar fue en Bonza,
cerca de Sogamoso. Que las primeras fueron atraídas a la llanura y allí envueltas por la
caballería enemiga; que casi todas han perecido; que no se sabe del comandante Barreiro, de
don Juan Tolrá y otros muchos oficiales. Que el coronel López recogía algunos fugitivos en
las llanuras de Santafé y tenía orden de retirarse a Honda. Sobre 1.000 hombres que había en
la capital de los voluntarios de Aragón que deben seguir al virrey, vienen también a Honda.
Don Antonio María Santamaría, que de Nare comunicó estas noticias, salió de Santafé el 9 a
las 2 de la mañana en que se supo la derrota, y el 11 a las 7 de la noche llego a Nare con
celeridad casi increíble. Dice que el virrey y la emigración quedaron en Facatativá
caminando para Honda, y que las avanzadas de Bolívar estaban el 10 en Nemocón, cerca de
Zipaquirá, a 8 horas de Santafé.
Agosto 18
A las 7:30 de la mañana supe que don Pedro Sáenz, emigrado de Santafé, había llegado anoche
a las 11:30 con don Francisco Luis Campuzano, A las 8 lo vi, y me dijo lo siguiente: el 25
de junio hubo una acción entre Bolívar y las tropas reales que quedó indecisa, pues los
ejércitos se separaron por la noche y por un fuerte aguacero; fue en Bonza; dicen que de una
y otra parte perecieron sobre 900 hombres. Después los ejércitos permanecieron en
observación, pero cuando el general Barreiro se descuidó, Bolívar marchó sobre Tunja y se
apoderó de ella. Entonces el primero lo persiguió y vino a impedirle el camino de Santafé;
mas Bolívar, conceptuando por dónde debía venir, se apostó en la Casa de Teja de Boyacá, a
una hora al sur de Tunja. Dicen que emboscó 1.200 hombres de caballería, de modo que las
tropas del rey no los vieran. Estas lo atacaron en el momento corno a las 4 de la tarde del
7 del corriente. Inmediatamente que principió el fuego salió la caballería independiente que
se hallaba en el bosque, 500 hombres de la real huyeron, y aquella se echó sobre la
infantería, que destrozó en tres cuartos de hora. Dicen que tanto las unas tropas como las
otras hicieron prodigios de valor; que han perecido casi todos los oficiales del rey,
incluso Barreiro, Jiménez y Tolrá, que eran los de más graduación. Hacia Santafé escaparon
muy pocos fugitivos, pero dicen que hacia Cúcuta iba un cuerpo. La pérdida total se ignora,
mas según se expresa, asciende de 1.500 hombres 2.000.
El partido real en Santafé estaba en la más profunda seguridad, cuando el 8 a las 9:30 de la
noche llegó la noticia que todo era perdido. En el momento cada uno de los que temía a
Bolívar se prepara a emigrar como puede, pues en Santafé no había 300 hombres, A las 3 de la
mañana la llanura estaba cubierta de emigrados, incluso el virrey, autoridades, etc., con
dirección a Honda. El general Calzada quedó en Santafé para destruir el almacén de pólvora y
tomar otras medidas, lo que verificó el 9 por la mañana. Se retira hacia el sur y se dice
que tenía el 10 como 1.200 hombres, principalmente del regimiento de Aragón. Parece que
tiene orden de defenderse con guerrillas en la Mesa de Juan Díaz e irse retirando hasta
Popayán. Lo siguen algunos emigrados. Dicen que Bolívar puede coger 4.000 fusiles; pero
ningunos pertrechos; aseguran que este trae consigo algunos extranjeros, entre ellos un
coronel inglés llamado English; que se le habían agregado más de 1.000 hombres del país,
entre ellos las partidas que había en el Socorro. Esta provincia parece que aún estaba por
el rey.
El virrey ha bajado ya para Mompox con algunos hombres de su guardia. En Honda no quedó tropa
alguna. Dicen que Bolívar ocuparía a Santafé el 10; había noticias en esta ciudad, aunque no
del todo ciertas, que la 5ª división al mando del coronel Aldana venía de Barinas hacia el
Reino; y por una carta del Socorro se aseguraba hallarse en Cúcuta. Lo que sí es cierto es
que Venezuela aún está en poder del señor Morillo. ¿Cómo, pues, viene Bolívar dejando un
flanco tan enorme en descubierto como el del Orinoco desde Guayana? Esto es un problema
irresoluble. Acaso estando inundadas las llanuras ha confiado en que una pequeña fuerza es
capaz de defenderlas entretanto que él da un golpe de mano en la Nueva Granada, saca
recursos para continuar la guerra en Venezuela y los quita al partido real. Se dice también
que el general Morales ha tomado a Guayana; pero es increíble, porque parece imposible que
Bolívar abandonase aquel punto que le es tan importante, dejándole indefenso por venir a
emprender una conquista incierta. El tiempo solo nos puede engañar acerca de estos puntos,
pues uno y otro partido mienten infinito.
A las 10:30 de la mañana vino a Sáenz orden del gobernador para que en el momento que llegara
pasara a Medellín y nada dijera de lo sucedido en Santafé. ¡Bella prohibición cuando hace
cuatro días que ninguno lo ignora! Partió a las 11 de la mañana.
Anoche vino también Llinás, el oficial que fue a solicitar órdenes del virrey. Encontró un
pliego de su excelencia, y dicen que manda al señor Tolrá defienda la provincia con los 100
hombres que tiene, en tanto le remite auxilios de Cartagena. Si esta orden se cumple, la
provincia será desgraciada. No hay armas ni medios de defensa, de modo que se van a gastar
muchos miles de pesos inútilmente y a comprometer los pueblos en una guerra que les costará
cara, si el enemigo entra, pues con lanzas no se puede combatir a los fusileros, si no es
con caballería. Han llegado dos oficiales emigrados; un capitán y un alférez.
Agosto 19
Nada hubo de nuevo hasta las 9 de la mañana. A esa hora vino de Medellín don Pedro Sáenz, y
nos dijo que el gobernador con su tropa se iba hoy o mañana; que decía no comprometía su
honor y seguridad con 130 hombres que tenía solamente, de los que no contaba sino con 50. EI
viaje es por Zaragoza. Parece que con el gobernador emigran todos los realistas, cuyos
nombres detallaré después. Hay muchas chispas o rumores de que pretenden perseguir al
gobernador para quitarle los intereses. Mas yo creo que nada de esto habrá en una provincia
tan pacífica y cuyos moradores naturalmente no son belicosos.
Todo el día se pasó así sin novedad, y a las 6:30 de la tarde supimos que el gobernador ha
salido hoy a las 12 de Medellín, dejando allí 15 hombres para mantener la tranquilidad. Va a
ocupar a Zaragoza y Nechí, dice que para recibir auxilios de Cartagena. Es bien singular la
situación en que queda esta provincia, sin gobierno y sin fuerza que la proteja, expuesta a
cualquier emprendedor que quiera revolverla. Los españoles la abandonan; sin embargo, si
algún día regresan, dirán que es insurgente y digna de castigo, ¿Tanta así será la
injusticia con que procederán?
Agosto 20
Nada particular ha ocurrido en este día sino que se sabe hay en Marinilla algunos
movimientos de jóvenes aturdidos, pero sin orden ni jefe que les de dirección. Parece que
hay reuniones, mas se ignora cuál es el objeto. Por la tarde se supo de positivo que el
gobernador se ha ido ayer a la una de la tarde. Deja 40 hombres en Medellín al mando del
capitán Delgado. El teniente asesor doctor don Faustino Martínez parece que quedó encargado
del gobierno político. Si esto no es para proteger la emigración lo juzgamos el mayor
disparate, pues con 40 hombres es imposible se sostenga la provincia en paz. Se dice que
anoche pasaron 10 soldados para Sonsón, en donde se halla un destacamento de 30 hombres al
mando de un teniente o alférez Carrizo; aseguran que le han mandado replegarse a Medellín, y
probablemente esta reunión es la que esperan los demás soldados que allí existen. Todavía no
han salido los emigrados. Se sabe que [Manuel] Angles, un oficial de la secretaria del
virrey, está en Nare con algunos soldados pereciendo de hambre y desnudez y sin embarcación
para bajar. En Honda tampoco las había; aseguran que el equipaje del virrey se hallaba allí
sin embarcar, y que aún no había noticia de las tropas de Bolívar.
Agosto 21
En toda la mañana nada hubo de particular, sino que salieron emigrados don José Campuzano,
don Vicente Pérez y don Severo Escalante. También don Ignacio Molina, administrador de
correos; don Antonio Pasos y don Manuel Sanín. A la 1:30 de la tarde recibieron noticia los
alcaldes que el señor gobernador regresaba a Medellín de Hatoviejo, en donde se había
detenido. Igualmente les vino orden para que hicieran una requisa de caballos, y pusieran 60
hombres de caballería de los más adictos al soberano. Más tarde se supo por personas que
vinieron de Medellín, que el gobernador había recibido un pliego del señor virrey en que le
manda nuevamente defender la provincia, pues la va a reforzar con el batallón del rey que
estaba subiendo para Santafé, y debe estar de Mompós para arriba, en número de 600 hombres.
Esto es lo que ha influido en el regreso del gobernador y en que no deje abandonada la
provincia a discreción de los revoltosos. Ahora me parece que tendremos alguna seguridad. A
las 6 de la tarde llegaron 6 milicianos de a caballo de Medellín, que van a apostarse en
Sonsón para custodiar aquel punto; su comandante don Ignacio Obeso. Dicen que vienen otros a
Marinilla, cuyos movimientos se han sosegado.
Domingo 22
Supe que a las 9 de la noche pasadas llegó de Medellín la partida a caballo que se había
anunciado; vino al mando de don Juan de Dios Carrasquilla y se compone de 8 o 10. Ha apurado
su llegada porque se corrió en Medellín que los de Marinilla venían a saquear a Rionegro.
Van para aquella villa. En Medellín ha habido una requisa general de caballos: solamente en
el lugar recogieron 62; dicen que allí han de montar 500 hombres; en Rionegro 60 y en
Marinilla 50. Don Juan de Dios Aranzazu es comandante de la compañía de Marinilla, y de la
de Rionegro don Vicente Pérez, que ya emigró. Los jefes nombrarán los sargentos y cabos. En
Rionegro se ha hecho la convocatoria y mandado recoger los caballos y monturas; está un poco
difícil la formación de tal caballería porque han emigrado los que el gobierno llama fieles.
El comandante de Marinilla solo ha podido juntar hoy 7 hombres porque todos se hallan en los
campos. Dicen que don Juan de Dios Carrasquilla ha recibido hoy una información sobre los
movimientos que allí había, de los que resulta motor don José Urrea; aseguran haberse
escapado huyendo y que Carrasquilla ha dado cuenta al gobernador. Ahora dos días partió para
Cartagena con mucha celeridad don Secundino Carrasquilla con el objeto de pedir armas y
municiones, que están escasas. La caballeriza se arma de lanzas que se están fabricando. A
las 6 de la tarde se recibió un aviso por dos postas de que llegaban de Medellín 80 hombres
de a caballo, los que vienen a apostarse en Rionegro con otros muchos con el objeto de
disciplinarse por el teniente graduado don Manuel Villalón, español. Este pobre lugar va a
sufrir mucho con esta tropa, compuesta en gran parte de jóvenes inmorales de Medellín.
Agosto 23
A las 11 de la mañana la caballería se formó en la plaza. Son 30 hombres, la mayor parte de
la plebe y de las reclutas que habían quintado, y muy mal vestidos. Anuncian en su aspecto
que no son capaces de resistir la vista del enemigo. Siguieron para Marinilla y dicen que
van también a La Ceja de Guatapé, probablemente de observadores para ver si el enemigo asoma
por algún punto. Detrás de estos pasaron don Manuel Santamaría, el hijo, y don Diego
Zuláibar, en comisión para Marinilla. A las 3 de la tarde llegó de Medellín otra partida de
caballería al mando de Mauricio Villalobos, un pardo que estuvo en la última acción que ganó
Bolívar. Se compone de 25 hombres, peores que los de esta mañana, la mayor parte quintas que
se escaparán en el momento que puedan. El gobernador ha mandado suspender el alistamiento de
los 50 hombres de Marinilla que debía mandar Aranzazu; dice que por la mala conducta de
aquel pueblo. Apenas se habían juntado 7 hombres en todo el lugar. Hoy seguían de Medellín a
Barbosa don Pedro Sáenz y don Juan Crisóstomo Campuzano. De esta ciudad fueron a reunirse
con ellos don Francisco Luis y don Wenceslao Campuzano, que siguen su emigración para
Cartagena, juzgo que por Zaragoza. La mayor parte de los emigrados de Medellín regresaron
con el gobernador. Corre la chispa que en Yarumal y Santa Rosa hay emigrados de Zaragoza, y
que ahí ha habido un movimiento; otros dicen que el tránsito del río Magdalena se halla
obstruido; ambas cosas son inciertas. Han llegado de Medellín a las 8 de la noche dos
personas; dicen que todos los españoles han emigrado y se acabarán de ir esta noche. De aquí
se infiere que ellos han sabido que todas las noticias esparcidas por el gobernador de que
le vienen tropas y auxilios, no son otra cosa que una estratagema para su seguridad. Lo
mismo la caballería apostada aquí y en Marinilla es para mantener la tranquilidad y poderse
escapar cuando menos se piense. Se está burlando de los jóvenes fieles de Medellín, a
quienes deja expuestos. Un Sañudo y dos Vegales están haciendo en Rionegro mucho papel, de
que algún día les pesará.
Agosto 24
A las 10 llegó de Marinilla el comandante de la caballería, Villalón, con su edecán don
Manuel Sañudo. A las 11, don José Manuel Montoya, que se hallaba irritado con un Vegal a
causa de que anoche le dijo este una desvergüenza porque no había respondido pronto al quién
vive, lo llamó en la esquina de la plaza, le pidió satisfacción y repitiéndole la injuria le
dio de palos. Villalón quiso prender a Montoya, y si este no se escapa hay una conmoción por
lo querido que Montoya es en el lugar. A las 2 de la tarde salieron para Marinilla como 25
hombres de caballería con los 2 oficiales; dicen que a perseguir a Urrea, que aseguran está
en las inmediaciones y que recibieron órdenes muy estrechas del gobernador para verificarlo.
Nada hemos sabido de Medellín y si el jefe ha emigrado. El correo que había seguido para
Nare el 16 volvió hoy a la 1 de la tarde; dice que hay ya en aquel sitio tropas de Bolívar y
que el bodeguero emigra también. Con esta noticia se ha aumentado el miedo de los realistas;
probablemente el gobernador emigra luego que la sepa, si ya no lo ha verificado, y la
caballería se dispersa. Todo el mundo está cansado y lo desea con ansia para libertarse de
tanta tiranía.
A las 8 de la noche se supo que hoy habrán salido a Sonsón 25 hombres y 4 oficiales
derrotados de las tropas del rey, que algunos vienen heridos; aún está en aquella parroquia
el teniente Carrizo con 30 hombres. También acabamos de saber de positivo que el gobernador
emigró anoche y tomó el camino de Zaragoza, pero que en Medellín ha quedado mandando el
teniente asesor con Faustino Martínez con poca tropa.
Agosto 25
Desde muy temprano comenzaron a circular mil noticias diferentes, entre ellas que había una
proclama de Bolívar fecha en Santafé, de cuya autenticidad dudo. A las 12 vimos desfilar
hacia Rionegro la caballería que estaba en Marinilla. En breve el pueblo se llenó de
agitación, pues dijeron que habían ocupado el hospital e iban a cortar el puente que está
sobre el río. La ciudad estaba en una completa anarquía, pues los alcaldes don Luis
Lorenzana y don Francisco Estévanez habían emigrado. A poco entró una descubierta con don
Manuel Sañudo y después otra más fuerte con el comandante Villalón, quien dijo que Marinilla
estaba en insurrección y que 25 hombres al mando de don José Urrea lo venían persiguiendo.
El miedo y algunos cohetes que les habían tirado les ha hecho creer que los persiguen, pues
Urrea, a quien querían prender por orden del gobernador, está lejos en una montaña. Poco
después, como a la 1 de la tarde, entró el resto de la caballería con 5 fusileros que
vinieron de Nare. Toda la ciudad se llenó de consternación, pues creímos iban a permanecer
aquí los 70 hombres que la componen y que sin duda nos saquearían, pues había entre ellos
algunos jóvenes perversos de Medellín. Se formó la gente en la plaza y allí permanecieron
hasta las 3 de la tarde echando bravatas contra el pueblo, que juzgaban en insurrección,
pero en todo el cantón no había una boca de fuego ni lanza alguna. Si se les hubiera hecho
un tiro, todos habrían corrido; tanto era el miedo que tenían. Salieron a las 3 y se
situaron en el llano y a alturas de Malpaso sin saber con qué objeto; parece que era
observando si Urrea o este pueblo los iba a atacar. A las 4:30 se perdieron de vista con
gran placer de todo el mundo, que temía un saqueo. Para precaverlo a la ocasión se encabaron
20 lanzas que había mandado hacer el gobernador, y los jóvenes principales estuvieron en el
cabildo en vela y haciendo patrullas; también se enviaron avanzadas de a caballo, pero se
supo que la caballería no se había detenido y que con la noche, que era horrible, siguió
para Medellín. Allí está el asesor Martínez comunicando órdenes. El gobernador estaba hoy
por la mañana en Barbosa. Todos los españoles de Medellín han emigrado, como son don
Francisco y don José Obeso. Don Pedro Rodríguez, don José Ovalle, don Joaquín Sañudo, don
Rafael Gónima, don Juan Carrasquilla, don Antonio Lema, don Mariano Pontón, americano, y
otros varios de menor nota. Se dice como cierto que la Ciudad de Antioquia está sobre las
armas a favor de la independencia y que de allí emigraron también todos los realistas. […]
Agosto 28
A las 2 de la mañana me despertó un vecino para comunicarme que le acababan de decir que
venían 400 hombres de tropas independientes, y que estaban más acá del Totumo, Yo le dije
que esto necesariamente era falso, pues algo hubiéramos sabido de semejante tropa. Por la
mañana se ha afirmado lo mismo, pero no lo creo. Lo que si se confirma es que Carrizo con
sus 50 fusileros ha retrocedido hacia Abejorral; probablemente piensa seguir a la provincia
de Popayán, viaje muy difícil y arriesgado. A las 4 de la tarde se dijo como cierto que don
José María Córdova, teniente coronel e hijo de Rionegro, estaba llegando a Marinilla con 300
hombres, pues así lo decían Ventura Correa y otro soldado. Dentro de media hora supimos que
era cierto, cosa que apenas pudimos creer por la rapidez con que había marchado y el
silencio que se guardó. A las 5 llegó Córdova a esta ciudad dejando la tropa atrás en
Marinilla. Dicen va a perseguir al gobernador Martínez, que todavía está en Medellín, y
Tolrá se hallaba el 26 en Santo Domingo. Los soldados de Carrizo se dispersaron y a las 8 de
la noche se han presentado a Córdova 10 con los Carrasquillas, que estaban destacados en
Sonsón. Esta noche se sabrá en Medellín la noticia de la llegada de Córdova. Bolívar está en
Santafé haciendo perseguir los restos del ejército español. La última batalla fue en Boyacá.
El ejército real fue envuelto y rindió las armas; 1.600 hombres quedaron prisioneros, entre
ellos el general Barreiro y el coronel Jiménez. Todavía a ninguno habían matado, y parece
que todos los soldados se unieron al ejército independiente. El 10 entró Bolívar en Santafé,
y antes los presos criminales de las cárceles cometieron muchos excesos matando a varios;
solamente 25 hombres acompañaban a Bolívar.
Agosto 29
A las 6:30 de la mañana llegaron 40 soldados fusileros montados. Partieron a las 7 a
perseguir al doctor Martínez, que dicen salía hoy de Medellín para Barbosa, a cuyo punto se
dirigen con el comandante Córdova. Este ha dicho que trae órdenes para nombrar de gobernador
político al doctor Restrepo, que sin duda no admitirá. Solo trae 160 hombres, fuerza
demasiado pequeña para defender la provincia. Pocos de los patriotas están contentos por
este motivo y por lo joven del comandante. Hoy ha publicado un bando en que ofrece perdón de
lo pasado a todo el mundo, incluso los españoles, y manda presentar a los oficiales antiguos
del gobierno revolucionario. Dicen que el general español Calzada solo llevaba 300 hombres,
y que cuando pasó por la Mesa de Juan Díaz lo perseguían vivamente, camino hacia Popayán. Es
probable que esta provincia se insurreccionará muy pronto, pues los ánimos están exasperados
contra el gobierno real, que ha hollado a los pueblos. Bolívar ha enviado divisiones a
ocupar todas las provincias internas antes que se rehagan del primer terror sus gobernantes.
Pero sin Cartagena o Santa Marta nada hace la Nueva Granada. A las 2:30 de la tarde entró el
resto de tropa independiente. El todo 160 hombres casi desnudos. Viene de capitán don Carlos
Robledo, de esta provincia. Los soldados son veteranos, la mayor parte del rey. Se sabe que
el gobernador Tolrá con los emigrados estaba el 27 en Yolombó lleno de miedo.
Agosto 30
Muy temprano salieron 100 fusileros para Medellín al mando del capitán Robledo. El día se
pasó sin novedad alguna. Hay en el pueblo mucha apatía, y todo el mundo está con temores de
que los españoles hagan una reacción que tenga fatales resultados. Verdaderamente si la
provincia de Popayán no se pone en movimiento y si ocupan la de Santa Marta y Cartagena, no
hay seguridad ni reposo.
Agosto 31
Todo el día se pasó sin novedad; mas a las 6 de la tarde vino un peón de Medellín con
pliegos del comandante Córdova en que nombra al doctor José Manuel Restrepo para gobernador
político de la provincia, mandándole que restablezca el gobierno y las rentas al pie en que
se hallaban cuando entraron los españoles en 1816, a cuyo efecto añade que ha oficiado con
los administradores principales. Restrepo se excusa de aceptar el gobierno, por sus
enfermedades, pues se halla resentido del pulmón; con sus atrasos y principalmente con que
se cree sin fuerzas ni luces bastantes para desempeñar empleo tan difícil. Sigue el pliego
mañana. Se dice que el doctor Faustino Martínez huyó solo hacia Antioquia; que el comandante
cogió algunos oficiales, y nada sabemos de los soldados. […]
Septiembre 2
A las 9 de este día me obligó el comandante a recibirme de gobernador político de la
provincia. Presté el juramento en el cabildo de Rionegro, y nada más hubo particular. […]
Septiembre 5
El 5 vine a Medellín a ordenar lo necesario. Hay muchos defectos en el ramo de rentas. No
han cogido a ninguno de los emigrados. Los soldados de Faustino Martínez se han presentado y
a él lo perseguía el capitán Robledo hacia Cáceres. En Yolombó el oficial Correa cogió 36
fusiles y algunas otras cosas.
Septiembre 6
Los 30 hombres destacados al nordeste a perseguir a Tolrá hicieron marchas rápidas sin
embargo de los obstáculos que oponía el invierno y las avenidas de los ríos. Con todo
llegaron a Zaragoza a las 9 de la noche, y Tolrá con los emigrados se había embarcado a las
6 de la tarde para la boca del Nechí. Posteriormente se supo que no paró aquí sino que se
embarcó Cauca abajo. El capitán José Urrea y el subteniente Buenaventura Correa, que lo
perseguían, dejaron emigrar a algunos españoles de Zaragoza, lo que fue después muy
perjudicial. También se escapó el doctor Faustino Martínez con el oficial español Villalón.
El capitán Robledo que los perseguía por Sabanalarga en el bajo Cauca, supo estaba escondido
en un bosque a 4 horas de distancia; cuando se preparaba a irlo a traer recibió orden del
teniente coronel Córdova para que inmediatamente se retirara con la tropa de su mando; así
lo verificó, y Martínez, sin embargo de que iba muy enfermo, pasó el Cauca, y sin que nadie
lo persiguiera, emigró a Cartagena por tierra, siguiendo el camino de las minas de Soledad,
a salir a Ayapel. Ha sido mucha lástima que este hombre criminal que como asesor de Morillo
llevó al cadalso tantos americanos beneméritos, se haya escapado de sufrir el merecido
castigo. Aguado, Villalobos y el español Obrero fueron cogidos, y todos los soldados que los
acompañaban se presentaron con sus fusiles. Los antioqueños se portaron, impidieron el paso
a Martínez que pretendía seguir al Chocó, no le dejaron barquetas en que pasar el Cauca y le
obligaron a seguir por el Sacaojal.
Muchos españoles que emigraron por Cáceres tuvieron mejor suerte: nadie los persiguió, y el
12 de este se embarcaron en aquella ciudad. Enviaron mil cartas de amenazas con la quinta
división mandada por Latorre; principalmente Manuel Sanín y José María Obeso; dicen a sus
familias que volverán dentro de dos meses y que perecerán todos los insurgentes. Anuncian
que Díaz, un coronel español, se preparaba en Mompós con 500 hombres contra esta provincia.
Estos son sueños, y pasará mucho tiempo sin que ellos regresen a Antioquia.
Septiembre 7
El comandante Córdova envió de Antioquia un destacamento de 30 hombres a libertar la
provincia del Chocó, en que mandaba el gobernador español Aguirre; va a cargo del capitán
Juan María Gómez, hijo de Antioquia. Esta expedición siguió muy a tiempo y tuvo los más
felices resultados.
Septiembre 8-10
El gobernador político de la provincia, encargado por el comandante general de la
organización de todas las rentas y empleados políticos, lo ejecutó en Medellín en estos
días. Varió los sellos de los oros fundidos para evitar los fraudes, y rebajó 2 pesos en
cada cántara de aguardiente, los que habían sido aumentados por el gobierno español. Tanto
estas dos variaciones como la rebaja del tabaco fueron aprobadas en Santafé por el gobierno
general.
Septiembre 11
El comandante Córdova hizo pasar por las armas en Antioquia al español Antonio del Valle,
que había sido realista perjudicial y no quiso decir a dónde tenía el dinero de un alcance
que le resultó. En Medellín también pasaron por las armas el 18 de este a Baltasar Álvarez,
un español que emigraba y lo cogieron. Estas ejecuciones causaron el mejor efecto; los
realistas, que no faltan en la provincia, temblaron viendo que el gobierno tenía energía. Al
principio creyeron jugar con el comandante Córdova por ser tan joven; mas se engañaron
porque tiene energía bastante para aterrarlos.
Septiembre 11
En este día pasó el gobernador político a Antioquia a organizar allí las rentas y empleados,
lo que verificó en 12 días. Todos los nombramientos se hicieron en clase de interinos; pero
con excepción de dos fueron confirmados por el gobierno de la república.
Septiembre 11
En este día expidió el general Bolívar dos reglamentos importantes. En el primero detalla
las funciones de los gobernadores y comandantes generales de las provincias y la de los
gobernadores políticos. En el segundo establece un vicepresidente para la Nueva Granada;
declara sus atribuciones y nombra al general de división Francisco de Paula Santander para
desempeñar este empleo. Con estas disposiciones orgánicas el gobierno de Nueva Granada quedó
bien montado, teniendo toda la unidad y energía que demanda el estado de guerra en que nos
hallamos. El primer reglamento es de 17 de agosto. Al mismo tiempo se supo en Santafé que
las armas republicanas habían ocupado la provincia de Antioquia. En 9 del mismo propuso
Bolívar canje de prisioneros al virrey español Sámano. […]
Septiembre 18
Hoy hizo el general Bolívar su entrada pública de Santafé; fue un día de triunfo y se le
coronó en la plaza como a vencedor junto con los generales Anzoátegui y Santander. […]
Septiembre 20
En este día marchó de Santafé el ejército del general Bolívar, quien tomó la ruta de Tunja,
Socorro y Pamplona. En todo el camino fue recibido con arcos triunfales y saludado como
libertador de Nueva Granada. […]
Octubre 1
En este día un destacamento de 50 hombres de los españoles ocupó a Zaragoza, en donde solo
teníamos unos pocos lanceros. Muchos en la provincia de Antioquia se llenaron de terror
creyendo que Tolrá volvía con una grande fuerza.
Octubre 11
Han sido pasados por las armas en Santafé 37 oficiales españoles y americanos que había
prisioneros, con dos paisanos más. Entre ellos había dos coroneles, Barreiro y Jiménez,
tenientes coroneles, capitanes, etc. Unos aseguran que el virrey Sámano contestó denegándose
al canje propuesto por Bolívar; otros (y esto parece más cierto) dicen que no hubo tal
contratación. Los oficiales hechos prisioneros en la batalla de Boyacá tenían bastantes
partidarios en Santafé. Seguro el gobierno de que Sámano era incapaz de admitir el canje
propuesto, cree mantener en su seno víboras que podían causar muchos perjuicios. Consideró
pues necesario matar a los oficiales españoles haciendo también una represalia. Estos
ejemplos son tristes y la humanidad se resiente de ellos, pero útiles en una revolución para
evitar mayores males.
Octubre 22
En este día el capitán Carlos Robledo atacó en Zaragoza, con 34 soldados fusileros y algunos
paisanos, al coronel español Tolrá, que tenía cerca de 200. Robledo los batió y mató 50,
pero desunió su pequeña tropa, se le dispersó y tuvo que retirarse. Perdió 10 hombres,
después de él salió el teniente Meléndez trayendo dos prisioneros españoles con solo su
asistente, Ninguno persiguió a los nuestros, que sin duda hicieron una acción muy gloriosa.
Después supimos que Tolrá salió herido y que huyó. Al mismo tiempo que este cobarde dio al
virrey el parte de que había perdido a Zaragoza, un sargento avisó que él había defendido
aquel punto y que estaba por el rey, Robledo fue herido en un brazo.
Octubre 28
El gobierno recibió más noticias que causaron mucha impresión en los pueblos que juzgaban ya
a los españoles dentro de la provincia. El comandante Córdova hizo pasar por las armas a 10
españoles, soldados expedicionarios que estaban presos. A principios de noviembre fusilaron
también al oficial Martinillo otros dos prisioneros en el Chocó. La provincia, en efecto,
tenía algunos motivos para temer; apenas había 200 fusiles, y la mayor parte de los soldados
eran realistas. 300 soldados buenos podrían haber conquistado a Antioquia en esta época. […]
Octubre 31
En este mes (el 10) se hicieron poner presos a todos los realistas sospechosos y que
pudieran perjudicar en la provincia, en virtud de una orden del general Bolívar, que así lo
previno desde septiembre último. En Medellín se ocultaron varios y fueron comprendidos
algunos clérigos respetables, entre ellos el vicario Calle, de Medellín. A estos no los
pusieron presos sino que los mandaron presentarse en Rionegro. Aquí les intimaron que
siguieran a Santafé a presentarse al vicepresidente. Lo mismo sucedió con los seglares: 8 de
estos y otros clérigos siguieron para Santafé. Eximiose de la confinación el doctor Calle.
[…]
Diciembre 6
El vicepresidente hizo una reforma importante en los gobernadores de las provincias; declaró
que los gobernadores políticos debían ser tenientes asesores de los comandantes generales.
Con esta providencia se dio más unidad a los gobernadores provinciales.
Después de la derrota de Simón Muñoz en Anserma por el coronel Cancino, 60 hombres mandados
por el oficial español Mendiguren vinieron a Riosucio en la vega de Supía. El oficial
republicano Custodio Gutiérrez los dispersó e hizo la mayor parte prisioneros. […]
Diciembre 20-31
El 17 de este mes se hizo en Guayana la incorporación de las dos repúblicas, bajo el nombre
de Colombia, acto muy importante, cuyos detalles se pueden conocer en la
ley. Acerca del viaje del presidente Bolívar de Guayana, se puede ver la foja 110 de la
Gaceta mencionada.
RECAPITULACIÓN
Al principio de 1819 hasta el mes de junio, ninguno podía calcular en la Nueva Granada que
estaba tan próxima su libertad. Solamente el genio emprendedor del general Bolívar ha podido
comenzar y concluir la campaña que nos puso en libertad venciendo tamañas dificultades como
las que se oponían a su entrada. Una división de más de 4.000 soldados bien disciplinados y
aguerridos, mandados por excelentes jefes; montañas casi inaccesibles, cuales son las que
componen los Andes orientales que separan la Nueva Granada de las llanuras inmensas que
inunda el Orinoco; el frío penetrante y destructor que hiela a muchos de los que pasan
aquellos páramos viniendo del clima abrasador de Casanare; en fin, posiciones militares
inexpugnables para otras tropas que no fueran las republicanas; he aquí los obstáculos que
la naturaleza y el arte habían opuesto al inmortal Bolívar. Mas todo lo arrostra, y
emprendiendo su marcha el 25 mayo del pueblo del Mantecal en la provincia de Barinas, con
poco más de 1.500 hombres, se presentó en Gámeza al salir de la cordillera sobre la
provincia de Tunja, el 11 de julio, según todos los conocedores sus avanzadas fueron batidas
aquel día por los tropas del rey, por lo cual tuvieron que retroceder. Todos estos sucesos
hasta la jornada inmortal de Boyacá están bastantemente detallados en la “Carta de un
Granadino”, escrita desde Pore y que corre impresa, a la que me refiero.
Después de aquella época hemos visto los sucesos militares y la ocupación sucesiva de las
provincias por las armas libertadoras. En agosto y septiembre se libertaron Santafé, Tunja,
Socorro, Pamplona, Neiva, Antioquia, Chocó, Popayán y Mariquita, es decir, nueve provincias
que componen la parte más bella de la Nueva Granada. Solo han quedado en poder de los
españoles las de Cartagena, Santa Marta y Riohacha, que son los únicos puertos que tenemos
en el mar del Norte. Esta circunstancia nos va a sujetar a mil privaciones por la escasez y
precios exorbitantes que van tomando las ropas y algunos artículos de primera necesidad que
recibimos de Europa. El general Bolívar estuvo en Santafé 40 días, y en tan corto tiempo
organizó completamente el gobierno y administración pública con mucho tino y sabiduría. Para
el gobierno supremo nombró de vicepresidente al general Santander, que ha desempeñado el
destino con la energía, actividad y firmeza que demandan las circunstancias. Las provincias
recibieron gobernadores y comandantes generales y gobernadores políticos letrados. Así se
conservó la unidad de la Nueva Granada y se evitaron las divisiones que tanto perjudicaron
en la primera época de la república.
Las rentas se dejaron bajo el mismo pie que las tenían establecidas los españoles, evitando
así mucho trabajo y los perjuicios que causan nuevos ensayos en las materias de hacienda.
Para su dirección se nombró un superintendente general y un tribunal de cuentas. A la antigua
audiencia la reemplazó una alta corte o tribunal de apelaciones, compuesto de tres ministros
y dos fiscales, a fin de consultar la economía.
Los pueblos, cuya opinión está muy pronunciada a favor de este sistema de gobierno, lo han
recibido con mucho entusiasmo. No hay especie de sacrificio que excusen para asegurar la
independencia y verse libres para siempre del yugo español. Toda la juventud vuela
voluntariamente a las armas; así es que para Venezuela han marchado más de 6.000 hombres
completamente equipados; igualmente se han remitido a Guayana más de $ 300.000, para la
compra de armas y para el pago de los empeños contraídos por el gobierno. El crédito se ha
consolidado, y creo que los extranjeros nos van a fiar cuantos artículos necesitamos para
continuar la guerra con el mayor vigor.
Un paso se dio en diciembre que consolidará sin duda nuestra independencia. Tal es la unión
decretada por el congreso de Guayana en 17 de diciembre último, por la que se forman en una
sola república los departamentos de Venezuela, Nueva Granada —ahora Cundinamarca— y Quito.
Colombia será su nombre. Hay un presidente general, que es Bolívar; el vicepresidente, Zea.
De Venezuela es vicepresidente Roscio, Santander de Cundinamarca, y el de Quito se nombrará
cuando se liberte. El congreso general se reunirá en Cúcuta el 19 de enero de 1821. En él se
ha de resolver la futura residencia del gobierno general.
Los hombres sensatos han aplaudido tal unión que definitivamente se sancionará por aquel
congreso. Entretanto todo el mundo está contento con que nos rija el gobierno militar que
actualmente existe. Consolidaremos primero la independencia nacional y después la libertad.
Fuerza de alma y energía es lo que ahora necesitamos en los gobernantes.
Cuando Bolívar invadió la Nueva Granada no había quién no temiera los excesos de sus tropas.
Pero con admiración general los venezolanos se han portado con mucha moderación. Los mismos
españoles que no emigraron han vivido seguros en sus casas sin que se hayan cometido
asesinatos, hijos de la venganza por la opresión española.
Es cierto que la mayor parte de los españoles emigraron de Santafé y de las demás provincias.
Aun con ellos ha estado benigno el gobierno, pues aunque se les secuestraron todos sus
bienes, solamente se ha confiscado el tercero y quinto a todos los que tenían herederos
forzosos. También se ha permitido que estos rescaten los bienes por una cantidad que se
aproxime al expresado tercero y quinto. De este modo se han desembargado muchos bienes,
conservándolos las familias, que de otro modo habrían quedado arruinadas.
El vicepresidente de Santafé ha procedido con mucho tino en las reformas, especialmente en
materias religiosas. Como no podía subsistir el bárbaro tribunal de la inquisición, y como
por otra parte, si no se ponía algún freno a la irreligión, jóvenes incautos comenzarían a
vertir proposiciones que alarmaran el fanatismo y la sana moral, se ha cometido el
conocimiento de tales causas a seis comisarios nombrados por los ordinarios eclesiásticos
con aprobación del gobierno. De esta manera se consigue que el clero y hombres timoratos de
la Nueva Granada tomen parte en la revolución, sin creer que la religión católica peligra.
Cuando los pueblos sean más ilustrados y no temamos su fanatismo alarmado, podremos adoptar
la tolerancia con toda la extensión que la reclaman la política y la más sana filosofía.
La triste experiencia de la primera época de la república nos ha curado del federalismo y
soberanías provinciales. Sin hombres ilustrados, capaces de formar y dirigir aquella clase
de gobiernos; sin pueblos habituados a las formas republicanas; sin recursos para costear a
tanto empleado, es imposible que la América del Sur adopte el federalismo bajo del pie que
lo siguen los Estados Unidos de la América del Norte; si nosotros fuéramos tan locos que
quisiéramos volver a aquel gobierno, principiarían nuevamente las divisiones, la debilidad y
el agotamiento de toda clase de recursos. Jamás seríamos independientes, y muy pronto los
españoles nos volverían a subyugar.
Por motivos tan poderosos es que permanecen la Nueva Granada y Venezuela bajo un solo
gobierno militar y capaz de conseguir la independencia de nuestro país. La ley fundamental
ha puesto las bases de una sola república, en que no haya soberanías provinciales. Uno de
los fundamentos más poderosos para esta resolución es la falta de hombres ilustrados que
compongan las legislaturas. La guerra, y principalmente los cadalsos de los españoles, han
destruido a los hombres que levantaron el grito de independencia e hicieron conocer a los
pueblos sus derechos. Muy escasamente habrá algunos que puedan completar la legislatura y
administración general.
Los departamentos trazados por la ley fundamental del 17 de diciembre último son muy vastos,
y los vicepresidentes tendrán poder para balancear la autoridad del presidente de Colombia;
si alguno de aquéllos fuera ambicioso y quisiera hacerse independiente. Toca a la sabiduría
de los autores de la constitución en el congreso de 1821, el evitar aqueste defecto. Podrían
los departamentos hacerse menores, aunque se caería en el inconveniente de multiplicar las
autoridades y las ruedas de la máquina política. El tiempo y la experiencia del año de 1820
nos darán luces sobre esta materia importante en que no me atrevo a decidir de antemano.
Diciembre 26
En este día se bendijo la bandera del batallón en Rionegro.
Diciembre 28
El comandante Córdova recibió, corriendo toros en la plaza, una fuerte caída de caballo;
quedó privado más de ocho horas; volvió en sí dislocada su mente y loca.
Diciembre 30
Continúa la enfermedad del gobernador, tiene síntomas que anuncian una calentura pútrida.
Sigue el desorden de ideas y el peligro de morir.
Diciembre 30
Se ha recibido parte de Aguilar, el comandante de la expedición a Cáceres, en que avisa del
Puqui que hay en aquella ciudad 60 fusileros y 86 lanceros; que unos espías cogidos decían
esperaban a Tolrá con 300 hombres el 20; que allí estaban el doctor Faustino Martínez y el
cura de San Andrés. Se le comunicó orden de que si hay fuerza superior regrese al interior.
Diciembre 31
Anuncian de Nare que 5 buques de guerra enemigos y 300 hombres habían ocupado a San Pablo y
se teme que quieran subir. De Zaragoza también dicen que Warleta debe venir a la provincia.
Temo que quieran los enemigos invadirnos por diferentes puntos.
Año de 1820
Enero 7
A las 7 de la noche llegó la noticia de que Warleta con 330 soldados de línea marchaba el 10
hacia lo interior desde Zaragoza. Yo me hallaba de gobernador, y de acuerdo con el
comandante general interino, capitán Carlos Robledo, di todas las providencias oportunas
avisando por extraordinario al vicepresidente de la Nueva Granada. El 9 marchará para
Yolombó la vanguardia del batallón al mando del capitán Juan María Gómez, y el 10 el resto;
así se verificó.[…]
Enero 12
En este día recibí parte de que el enemigo avanzaba de Zaragoza a Remedios. En el momento
dirigí una proclama a los habitantes de la provincia llamándolos a las armas bajo la pena de
ser tenidos por enemigos de la patria. Como desde el 3, por órdenes del vicepresidente,
había mandado acuartelar 775 hombres de milicias repartidos en todos los departamentos,
estaban ya parte de ellos reunidos. Todos los mandé marchar a Barbosa, lugar designado para
la reunión, y que cada uno llevara su caballo, recogiéndose todos los que fuera posible.
Enero 13 y 14
[…] Hoy recibí parte de Nare avisando que los españoles al mando de Violo y un tal Barradas
avanzaban por el Magdalena con 300 hombres y 11 buques de guerra, sin duda para obrar en
combinación con Warleta. […]
Enero 16
Llegó la noticia de que el 10 había entrado el enemigo en Remedios; se ignora su número.
Nuestros soldados están en Cancán y otros en Yolombó. Todas las milicias permanecen en
Barbosa y Santo Domingo. En el primer punto hay 450 hombres lanceros, entre ellos 100 de
caballería, y en el segundo 200, fuera de 50 paisanos que fueron con Robledo, de modo que
sin contar los 400 soldados de línea que tenemos, se han juntado 700 hombres muy decididos.
Ayer les dieron en Barbosa una alarma falsa, y solamente un recluta huyó. El teniente
coronel Zoilo Salazar y el capitán José Aguilar son los que mandan en el campo de Barbosa.
Todo el mundo desea que el enemigo avance.
Enero 17 a 24
En estos días se tuvo noticia de que el enemigo no avanzaba de Remedios; reunido el batallón
en Cancán, el capitán Gómez marchó a aquella ciudad, adonde entró el 20. La encontró
abandonada por el enemigo. Un soldado que se le presentó le dijo que 76 hombres vinieron a
aquella ciudad, los que se retiraron el 12. Que Warleta quiso venir a la provincia con 350
hombres de línea; que debía ser por Cáceres, pero que las crecientes del Cauca se lo
impidieron. Por esto vino a Zaragoza; semejante noticia llegó el 24. El 23 marchó para
Barbosa el comandante Córdova, que ha recuperado su juicio.
Enero 25
Hemos sabido no ser cierto que sube expedición enemiga por el Magdalena; los buques estaban
abajo de San Pablo. Llegó de Santafé el teniente coronel José María Ricaurte, que viene de
gobernador y comandante general interino. Como ya Córdova está bueno, no tomará el mando.
Dicen que es joven excelente.
Se ha mandado volver a sus domicilios a todos los paisanos voluntarios. Desde el 23 han
regresado a sus casas. Las milicias permanecen reunidas. El batallón se ha mandado retirar a
Barbosa, dejando destacamentos de observación en Remedios y Cancán. […]
Enero 31
El comandante Córdova regresó de Barbosa. Por espías se sabe que Warleta envió 100 hombres a
Cáceres por tierra y que él siguió embarcado al mismo punto dejando más de 100 soldados en
Zaragoza al mando de Guerrero. También en La Ancha, cerca de Cáceres, se han visto fusileros
realistas. Probablemente el enemigo nos quiere atacar por Cáceres, ignorando la derrota del
Magdalena. El batallón permanece en Barbosa, y dos oficiales han ido a reconocer el camino
de Cáceres para observar los puntos que haya buenos para la defensa.
Febrero 1 y 2
Este último día, muy temprano, vino noticia que el enemigo avanzaba por el camino de Cáceres
y que estaría a jornada y media de Yarumal. Ha traído marchas muy rápidas. El comandante
Córdova siguió para Barbosa a las 6 de la mañana. Dio orden para que siguieran 50 paisanos
de Marinilla y 50 de Envigado. De San Vicente mandó que siguiera la milicia de Medellín.
El gobernador político dispuso que marcharan de Antioquia 100 hombres, los 50 a Santa Rosa y
los demás a San Pedro. Que en Rionegro se reunieron 100, y de Amagá y Titiribí 30. El
comandante dice que no quiere mucha tropa de paisanos.
Febrero 3
En este día ha marchado el batallón de Barbosa en número de 400 hombres, junto con 70 de
Marinilla. Llegó parte de que el enemigo con 125 hombres había entrado en San Luis o Yarumal
el 19 por la tarde. El vecindario ha tenido muy poco tiempo de emigrar, y Warleta hallará
recursos de toda especie porque es muy provisto aquel lugar. Esta es una pérdida grande para
nosotros. A las 6 de la tarde ha venido de Buga un pliego en que el cabildo comunica con
incertidumbre que Popayán fue tomado y que apenas 60 de los nuestros han podido escapar por
La Plata. Es noticia terrible pero no hay que perder el ánimo, y es preciso morir o vencer.
Como consigamos batir completamente a los españoles en Yarumal, triunfaremos de los otros.
Se piensa ver si podemos cortarlos. Probablemente vienen confiados en la combinación del
Magdalena, y frustrada aquella por la derrota del 23, espero que Warleta será vencido.
Febrero 4
Nada hubo particular. Solo que de Medellín han marchado 120 milicianos con 60 caballos,
algunos muy buenos. Este auxilio es excelente. Solo Rionegro está muy frío y difícil para
reunirse la gente. […]
Febrero 7 y 8
Los partes de Santa Rosa anuncian que el enemigo aún permanece en Yarumal. Se creyó que el 7
podría darse una acción porque avanzó 50 hombres a los Llanos de Cuibá, pero los ha
retirado. Tiene 300 hombres, mandados, según dicen, por el coronel Warleta y por el teniente
coronel Balbuena. Acaso se retira y nos deja burlados. Nuestras tropas permanecen en Santa
Rosa.[…]
Febrero 11
El 10 no hubo novedad. El 11 recibí carta del comandante de Antioquia, quien dice que una
partida enemiga de 60 hombres había ocupado el valle de San Andrés, probablemente para
llamar la atención; aseguran que en Antioquia hay mucho entusiasmo, pero no tienen fusiles,
los que han pedido al comandante Córdova. A las 5 de la tarde recibí oficio de este en que
me dice que el 10 marchaba rápidamente a atacar al enemigo, que sus tropas eran superiores,
y que creía segura la victoria. ¡Ojalá sea así y salgamos del estado de incertidumbre en que
vivimos! Mañana acaso será la acción, si no fue hoy.
Febrero 12
El día se pasó sin más novedad que haber sabido que el cuerpo principal de nuestro ejército
marchó de Santa Rosa por el camino de Angostura. Van 400 fusileros y como 300 lanceros. 100
de éstos, entre ellos 40 de a caballo, marcharon por los Llanos de Cuibá a llamar la
atención del enemigo. De 50 a 80 hombres de este habían avanzado hasta la Angostura. Todos
escriben con las mayores esperanzas de la victoria. Si conseguimos cortar al enemigo, puede
ser completa.
Febrero 13
Nada supimos del campo. 70 voluntarios de Marinilla llegaron a Rionegro para formar una
reserva de 150 hombres; igual número he mandado acuartelar en Medellín de gente escogida. De
allí me llaman para animar el espíritu público. Recibí pliegos de La Vega de Supía en que me
dicen que Calzada, en número de 2.000 hombres, estaba en Alegrías; que del Valle del Cauca
había reunidos 3.500 hombres y que han pasado por las armas a todos los españoles y
americanos realistas. Hay falta de armas, y si no llegan pronto, algunos con municiones de
Santafé, temo se pierda el Valle, lo que sería muy funesto a esta provincia si no hemos
expelido al enemigo. Se sabe que este ha avanzado una partida a Claras o Carolina; vencido
el cuerpo principal, quedará cortada.
Febrero 14
Nada particular ha ocurrido en este día; aguardamos por momentos la noticia de las
operaciones de nuestro ejército. Esto nos tiene agitados y andadores. Es muy terrible la
incertidumbre.[…]
Febrero 16
Vino el diario de las operaciones desde el 2 al 13 del corriente. Dice que en Pajarito, de
los 25 hombres, solo escapó el oficial Benito Urdaneta. En Cañaveral el enemigo ocupó las
eminencias, y en la de Chorros Blancos los hombres suyos hicieron retroceder a la 2 compañía
nuestra que los atacaba, pero llegó el resto del batallón y el enemigo huyó a otras
eminencias, mas por la noche emprendió su retirada, la que los nuestros supieron el 13 y que
era para Cáceres. Después que la tropa entró en Yarumal siguió la 28 compañía a marchas
forzadas en su persecución. El comandante estaba el 15 en Santa Rosa. También he recibido
parte que los buques españoles que subían el Atrato atacaron el 19 y 20 de enero el fuerte
construido en Murrí. Lo batieron dos días y nada adelantaron. Molestados los españoles por
varias guerrillas nuestras, se retiraron el 20 después de perder 3 hombres y de los nuestros
ninguno. Los españoles atacaron la Nueva Granada por Cúcuta con un ejército de 1.000
hombres, por Cácota, por el Magdalena, por Antioquia y Atrato casi a un mismo tiempo. En
todos los puntos han sido rechazados. Parece que también era combinado el ataque de Popayán,
único en que triunfaron.
Febrero 17
A las 7 de la mañana llegó de Santa Rosa el comandante Córdova con dos oficiales; dice que
el enemigo iba en retirada lleno de terror; que la emprendió el 13 a las 7; que a poco se le
huyeron todos los peones cargueros, y que la 2 compañía lo iba alcanzando de modo que le
hará mucho daño. El segundo de Warleta era don Sebastián Díaz, teniente coronel. Casi
siempre estuvieron acampados fuera del lugar. Se habían cogido varios prisioneros y como 30
fusiles.
Febrero 18-21
El 19 llegó el batallón a Medellín, menos 100 hombres que quedaron de guarnición en Yarumal.
Solo persiguieron a los realistas 2 leguas y les cogieron 12 prisioneros. De allí regresaron
a Yarumal los 100 hombres que iban a su alcance al mando del capitán Aguilar. El enemigo iba
en completa dispersión y si lo persiguen tres días hasta Media Luna no hubiera escapado uno.
Córdova perdió el fruto de la campaña y volvió a sentarse en Rionegro. El 19 llegó a
Medellín el batallón, y el 21 entró a Rionegro; en ambos puntos se han hecho obsequios a los
soldados y se ha manifestado mucha alegría.
Febrero 22
En este día se supo por cartas de La Vega de Supía que las tropas del Valle del Cauca se han
retirado por Quindío hacia Ibagué mandadas por el teniente coronel Álvarez. Calzada estaba
en Buga según algunos con 2.400 hombres, y que pensaba adelantar sus marchas contra esta
provincia. Si no llegan pronto los fusiles corremos algún peligro. Sin embargo el río Cauca
es una muralla excelente y muy difícil de tomar. Trabajaremos con actividad para
defendernos. […]
Febrero 28
Se dice que a La Vega se acercaba el 24 una división enemiga que venía para esta provincia;
que Calzada llegó el 14 a Cartago y que había enviado un destacamento para perseguir a la
emigración del Valle, que era de 4 a 5.000 personas. En La Vega había proclamas de Calzada
en que hacía muchas promesas. En Popayán perdimos medio batallón. Se calcula la fuerza de
Calzada en 1.200 hombres cuando llegó a Popayán. Sabemos que el general Bolívar arribó a
Cúcuta con 1.500 hombres de infantería y 700 fusiles. A la fecha estará en Santafé. El
general Urdaneta marcha para Popayán con una bella expedición. Sin duda Calzada va a ser
destruido, y mucho más pronto si avanza sobre esta provincia. Hoy ha llegado la ley
fundamental de la república, por la que Venezuela, Nueva Granada, con el nombre de
Cundinamarca, y Quito, han de componer una sola república. Esta es la base de nuestra
grandeza futura. No hay duda alguna que la República Colombia (nombre que se ha adoptado)
será muy grande si conseguimos consolidarla, como todo lo anuncia, para el año de 1820.
Marzo 1 a 4
Nada particular ocurrió en estos días sino que el 2 estuvo el batallón para marchar hacia el
Sur. El comandante Córdova dio una alarma falsa para ver si todo estaba pronto. En estos
días se ha mandado jurar a todas las autoridades de la república, por orden del señor
vicepresidente de Cundinamarca. Otra disposición importante expedida en el mes de enero fue
aquella por la cual se nombraron comisarios para conocer de todas las causas de fe, y se
prohibió imprimir nada sin permiso del gobierno. Este acaecimiento es digno de la historia.
Él se consideró necesario por la ignorancia de los pueblos. La primera vez nos perdieron las
ideas demasiado liberales; ahora es conveniente conducir primero a los pueblos a la
independencia y después a la libertad, dos cosas muy diferentes y que confundimos en la
época del federalismo.
Se recibió noticia que el 28 por la noche soldados enemigos atacaron nuestra avanzada en
Quiebralomo; eran 25 hombres, y nosotros perdimos 2. El oficial de la avanzada se retiró a
Bufú. Se decía en La Vega de Supía que tropas nuestras estaban en el camino del Chocó para
Chamí; yo creo que engañaron a nuestro oficial y que son enemigas. Calzada probablemente
trata de invadir el Chocó.
Marzo 5
El comandante Robledo dio parte que en Riosucio había como 200 enemigos, incluso lanceros; a
uno quieren atacar esta provincia. Hoy se ha publicado en Rionegro la ley fundamental de la
república de Colombia. ¡Quiera el Cielo que sea el principio de nuestra felicidad! También
la juraron las autoridades de la república.
Marzo 7
El día anterior nada hubo particular. Hoy he sabido que los realistas que había en Riosucio
eran 65, los 15 de fusil, y que después de la sorpresa que el 1 de este mes dieron a nuestra
avanzada, se retiraron para el sur temiendo que nuestras fuerzas de La Vega fueran
superiores. Como estas se habían retirado a Bufú, volvían a avanzar para ocupar sus
posiciones. Se dice por una espía nuestra que Calzada se había vuelto de Cartago a Cali. Si
esto es cierto probablemente ya no emprende operación alguna sobre Antioquia. Debía haberla
ejecutado rápidamente.[...]
Marzo 24 a 28
Nada hubo particular hasta la venida del correo en este último día. Se supo que los vecinos
de Cali se sostienen contra Calzada atrincherándose en los pasos del Cauca. Aseguran que 600
fusileros realistas, al mando de Simón Muñoz, fueron batidos el 25 y 26 de febrero al
atravesar el Cauca en balsas por los pasos de Media Canoa y Palo Blanco. Puede ser cierto.
El 20 comenzó a salir a Cartago una división republicana que dicen consta de 1.000 hombres.
En Santafé el presidente regresaba a Cúcuta el 21 de este mes. Entre otras cosas han mandado
que de Antioquia sigan a Santafé 1.000 esclavos robustos, dándoles la libertad con la
condición de que sirvan tres años. Otro número de esclavos se ha pedido a las provincias del
Chocó y Popayán; esta medida causará mucha impresión a los propietarios a quienes indemniza
su valor, pero dará a la república excelentes soldados.
En Venezuela todos los esclavos fueron declarados libres, y al fin sucederá lo mismo en Nueva
Granada. El 19 ya habían llegado 1.000 fusiles a Santafé. También el general Valdés, con
parte de su tropa que sigue al sur. Me dice el vicepresidente que en todo abril ocuparemos a
Pasto y nuestras tropas seguirán por Quito. En Venezuela parece que a pesar de todo lo que
se nos ha dicho del número de nuestras tropas, Morillo aún es superior en infantería y los
republicanos en caballería. Aquél ocupa a Valencia. Parece que los ejércitos se hallan
estacionarios. Probablemente las operaciones solo serán en Nueva Granada. Warleta ha bajado
de Cáceres a Mompós con 150 hombres, la mitad enfermos. En Zaragoza hay 26 al mando de
Guerrero. […]
Abril 9
Se ha publicado la orden para que se recojan todos los esclavos solteros para el servicio de
las armas. Ningún amo dará arriba de 4. Juzgo que no se completan los 1.000, y habrá que
echar mano de los casados. Los amos, que por lo general son pobres, los sienten mucho, y
algunos quedan arruinados. Los esclavos están muy contentos, sin embargo de que la mayor
parte de los de la provincia son realistas, cosa bien singular cuando hemos proclamado la
igualdad legal, y cuando en la primera república concedimos la libertad a todos los que
nacieran desde cierta época.
Se me ha olvidado decir que el 15 de enero concedió el vicepresidente un indulto a todos los
realistas que había ocultos en la provincia. Se publicó en febrero y se han presentado la
mayor parte. [...]
Abril 29
[..]. De esta provincia han seguido ya 400 esclavos reclutas por el ejército de Bogotá. De
los solteros se reunirán 600, la mayor parte voluntarios, Al Chocó se ha pedido también un
número determinado. En Popayán se declara libre a todo esclavo que tome las armas a favor de
la república. Ningún nuevo detalle ha ocurrido en aquella provincia. La guerra de partidas
continúa en el Valle y Calzada está en Popayán. Muy pronto será atacado. En el Magdalena
Warleta ocupa El Banco y nuestra escuadrilla a Regidor..[..]
Mayo 9
Han marchado para Zaragoza las compañías 1 y 2 de Cazadores con 240 hombres. Mañana sigue el
comandante Córdova, y el gobierno militar lo toma el teniente coronel José María Ricaurte,
que tiene la comandancia del batallón de línea acuartelado en Medellín. Queda la provincia
con una guarnición de 400 fusileros. […]
Mayo 25
La vanguardia de la expedición a Sabanas tomó el 15 la boca de Nechí con muy pocos tiros.
Allí tenían los españoles 50 fusileros regularmente fortificados, y los nuestros eran 80.
Fue mucha cobardía del oficial español que mandaba, pues tenía además 2 buques de guerra. Se
retiró. Con esta operación nos queda abierto todo el Cauca y las Sabanas de Corozal. […]
Mayo 29
Una gran noticia ha venido a llenarnos de nuevas esperanzas. En enero último una revolución
ha reventado en España (Gaceta de Santafé No 42), para restablecer las cortes y la
constitución. Allí constan los pormenores, y son que: el 19 de enero el comandante del
batallón de Asturias la proclamó en el pueblo de las Cabezas de Don Juan. Que se apoderaron
de Arcos y otros puntos. 10.000 hombres que había reunidos para venir contra América han
comenzado la revolución. Se dice que ya había 40.000 soldados a favor de la constitución y
contra el rey Fernando 7. El coronel don Antonio Quiroga era el jefe de la insurrección. Si
se confirman estas noticias insertas en el No. 55 del Correo del Orinoco, se acabarán
nuestros temores de que venga una expedición de España, y con un año que nos den de término
somos inconquistables. Se toman grandes medidas para aumentar el ejército. 3.000 esclavos se
han llamado al servicio de las armas concediéndoles la libertad. Con ellos formaremos una
infantería que nos hará invencibles. [...]
Los esclavos solteros apenas alcanzan a 500, habiéndose mandado completar los otros 500 con
los casados; se están recogiendo actualmente para remitirlos a Santafé. En la provincia,
según las listas presentadas, había de 16 a 50 años 1.600 esclavos varones; es número bien
pequeño. [...]
Junio 20
Hay orden para que en todo el mes de agosto elijan los diputados de esta provincia en el
congreso de Colombia. Se han completado los 1.000 reclutas esclavos, pero solo siguieron a
Bogotá 900. El resto se licenció pagando cada amo $ 50. Es muy buena tropa y van
voluntarios.[…]
Julio 4
Continúan los buenos sucesos. Hoy han llegado comunicaciones de Magangué. Aún permanecía el
teniente coronel Córdova en aquel lugar. El 17 último envió 100 hombres para atacar al
enemigo apostado en Pinto. Tres buques de guerra con buena infantería huyeron hacia Mompós
al acercarse nuestra columna. El 19 pensaban atacar de firme a Mompós con las mejores
esperanzas de tomarlo. En las Sabanas estaban 50 fusileros y 25 dragones de la división de
Córdova que las dominaban en gran parte. Los enemigos quisieron defenderlas con 180 hombres,
pero el mismo Córdova marchó con igual número a batirlos y se retiraron a Tolú sin pelear.
Traían 1.000 fusiles, 300 sables y 300 espadas para levantar tropas. Se dice que en
Cartagena han jurado la constitución española y que el gobernador Torres ejerce las
funciones de virrey.
La noticia más importante es que el 18 último recibió Córdova un oficio de Brion, el
almirante de Colombia. El 10 tomó el fuerte español de Sabanilla en las bocas del Magdalena,
y el 11 envió una columna volante para que, penetrando a Soledad, adquiriera noticia de las
fuerzas republicanas. Un patriota le dijo que había tropas nuestras en Barranca, y se
ofreció a conducir un pliego, como en efecto lo trajo con mucha celeridad a la boca de
Pinto. Brion y el comandante general, comisionado por el Libertador, coronel Mariano
Montilla, invitan al que manda las tropas republicanas a que obren en combinación pronta
sobre el enemigo. Añaden que los fusiles, pertrechos inmensos y el tren de artillería
estaban a bordo de la escuadra a punto de desembarcar luego que hubiera noticia de las
operaciones del interior; que la escuadra se compone de 15 buques mayores, entre ellos habla
de un bergantín con varias flecheras perfectamente tripuladas. Córdova iba a obrar con la
mayor celeridad para abrir la comunicación, lo que no era difícil por las Sabanas. Ha salido
muy oportuno el movimiento de Brion de dejar a Riohacha y venir a ocupar el Magdalena. Se ha
situado en un punto donde cortó la comunicación entre Cartagena y Santa Marta. apoderándose
de Barranquilla y Soledad, como lo ha verificado, tiene a su devoción dos grandes pueblos
muy patriotas en donde hay todos los recursos necesarios para la escuadra y tropa que vienen
de desembarco. Sin duda alguna en breve tendremos ocupada la plaza de Santa Marta y toda la
provincia de Cartagena, menos la plaza. […]
Julio 12
Continúan los triunfos en el Magdalena. El comandante Córdova atacó al enemigo el 27 último
que apostado en Tenerife con 300 hombres y 18 buques de guerra, le aguardó de firme. Los
republicanos teníamos igual número de gente, pero solo 7 buques. Fueron batidos los
españoles, a quienes tomó el teniente coronel Córdova 7 buques, volándose el del comandante
enemigo Villa. Les hizo 27 prisioneros9 con muchos fusiles y municiones. Con esta acción sin
duda todo el Magdalena quedará por nuestro. Añaden que en combinación con la escuadrilla de
Brion y la columna de Chiriguaná, que se halla al mando del coronel Lara, sin duda alguna
reforzada de Cúcuta, iban a invadir a Santa Marta. Lara derrotó una división española que
atacaba a Chiriguaná al mando de Sánchez Lima, el gobernador español de esta provincia de
Antioquia en 1816, y que refugiado en Jamaica aparentaba ser muy liberal. Todo español hace
una guerra de exterminio al americano, y es preciso que haya retaliación. [..]
Julio 24
Hemos tenido un correo extraordinario del comandante Córdova de Barranca. Detalla la acción
de Tenerife y dice que los españoles perdieron en un momento más de 200 hombres que murieron
a manos de nuestra escuadrilla, la que sola acabó con el enemigo. El comandante Córdova, que
desembarcó más arriba, llegó un cuarto de hora después, y ya el enemigo no existía. Cogimos
10 buques de guerra, se voló otro en que iba el teniente coronel Villa, que era el
comandante. El último buque enemigo cayó en Sitionuevo en poder de la escuadrilla de Brion,
mandada por Padilla. Después de esto, Córdova ocupó a Barranca sin oposición. De allí se fue
a Soledad con un piquete a tratar con el almirante Brion y el coronel Mariano Montilla,
comandante general. Formaron su combinación, y el 6 del corriente se hallaba nuevamente en
Barraca para marchar el 7 a ocupar a Turbaco. De Cartagena salieron contra Montilla 270
hombres al mando del comandante de artillería Romero; mas luego que supieron la ocupación de
Barranca, se fueron aceleradamente a refugiar en la plaza. Otra división española estaba en
las Sabanas del Corozal, en donde había incomodado a la columna republicana que mandaba el
teniente González. Córdova marchaba a destruirla porque dicen estaba cortada. Aseguran que
Cartagena no podrá resistir un sitio porque se halla sin víveres, y ya los españoles no
pueden introducirlos. Nueve buques de la escuadra de Brion cruzaban delante de la plaza y
habían tomado un bergantín español.
El almirante Brion y el coronel Montilla escriben al gobernador militar y al político de
Antioquia pidiendo con mucha instancia dinero, de que se hallan muy escasas las tropas y la
marina en cinco meses que hace no tienen comunicaciones con el gobierno. No dudo que se les
enviará. Brion dice que remitiéndoles dinero con qué afirmar el crédito nacional, habrá
dentro de 20 días 16.000 fusiles con sus correspondientes cartuchos y toda clase de
recursos.
Reservadamente se nos comunica por una persona fidedigna, que la expedición del señor Brion
sufrió su pérdida fatal de 800 ingleses que se desertaron yéndose para su país, porque no se
les dieron 100 pesos que se les debía a cada uno. Por esto sin duda fue que Brion y Montilla
abandonaron a Riohacha, en donde no podían sostenerse. Así es que después de ocupar a
Sabanilla solo pudieron enviar a Soledad una columna de 150 hombres y se dedicaron a armar a
los habitantes. Ya tenían el 3 de julio 700 fusileros y 100 de caballería. Todos los pueblos
los recibían como a sus libertadores y habían jurado la independencia. Nada se dice de la
acción de Laguna Salada de que hablamos el 19, por lo cual la creo falsa. Lo que fue cierto
es que el coronel Sánchez Lima ha sido derrotado en Chiriguaná por el coronel republicano
Lara. El primero tenía de 400 a 500 hombres, y el segundo, 1.600. Perseguía los restos
españoles y se avanzaba sobre Santa Marta, cuya plaza ocupará o habrá ocupado a la fecha
aquella división. La victoria no desampara las banderas de la república, y es admirable todo
lo que se ha hecho con tan débiles fuerzas como aquellas con que comenzamos a obrar en el
Magdalena y en el Cauca. Parecía imposible destruir las fuerzas sutiles enemigas, que eran
muy superiores. Todos los buques han caído en nuestro poder, y ya tenemos por nuestro todo
el Magdalena y el Cauca con un puerto en el Atlántico; tomando toda la costa, la república
se consolidará sin duda alguna.
El vómito negro nos está quitando en Mompós y el Magdalena bastante gente. Ha muerto el
teniente Cástor Gómez, de Antioquia, joven de esperanza; hay muchos enfermos. A Barranquilla
han llegado el doctor Gual y el señor Miguel Santamaría con otros emigrados de Jamaica,
hombres de luces y muy útiles. […]
Julio 30
Grandes noticias se acumulan todos los días. Se sabe de positive que Fernando VII ha jurado
la constitución española, sujetándose a una junta de gobierno presidida por el cardenal de
Borbón y compuesta de nueve individuos, a la cual ha sujetado el rey todos sus acuerdos y
decretos. El general Ballesteros es vicepresidente, el que se ha declarado abiertamente por
la independencia de América. Los generales constitucionales de Galicia, Cataluña, Aragón y
Vizcaya, dicen en sus proclamas que es preciso reconocer los territorios independientes de
la América y ofrecer a los soldados que ya no vendrán a este hemisferio a ser víctimas de
los climas y de una guerra fratricida. De Cádiz habían salido diputados para el general
Bolívar, y Morillo, ese general orgulloso que tanto despreciaba a los rebeldes, ha escrito
al general Bolívar con todo el decoro que este merece, titulándole presidente de Colombia, y
del mismo modo habla el general Latorre. Morillo invita a Bolívar a transigir las
diferencias, a cuyo efecto enviaba al jefe de su estado mayor general José María Herrera,
hijo de Cartagena, y había dispuesto suspender las hostilidades por un mes. Bolívar mandó
que se suspendieran por ocho días, y dio orden que Herrera no pasara de Táriba si no venía a
tratar bajo la base de reconocer la independencia de Colombia. Este paso es muy acertado, y
no debemos admitir tratado alguno que no asegure la existencia e integridad de la república.
El gobierno de los Estados Unidos ha nombrado un agente público para residir cerca del
gobierno de Colombia, y sin duda va a ocupar las Floridas por la fuerza, en cuyo caso es
inevitable un rompimiento con la España. El congreso de los mismos estados había prorrogado
sus sesiones para aguardar al enviado del general Bolívar, el vicepresidente Zea, pero este
antes de ir a Washington partía por Londres acaso para aprovechar los momentos de la
revolución de España a ver si puede conseguir que se reconozca a Colombia.
Todos estos sucesos y noticias anuncian con certidumbre que se aproxima el fin de la guerra
funesta de la revolución, y que en todo el año de 20 quedará asegurada la república de modo
que sea imposible trastornar su independencia. ¡Gloria y loor eterno al inmortal Bolívar y a
sus valientes compañeros de armas que humillando en Boyacá el orgullo español, nos abrieron
la carrera de la libertad y de la independencia!
Agosto 8
Se ha puesto el sitio de Cartagena; según los pliegos interceptados al gobernador de aquella
plaza, brigadier don Gabriel de Torres, se hallaba en los mayores apuros, sin víveres, sin
dinero y casi sin guarnición. Los pueblos se han decidido en contra de los españoles que no
ocupan más terreno que el encerrado por las murallas. El coronel Montilla manda el sitio, y
el gobernador dice, sin embargo, que espera defender la plaza. La peste hace estragos en las
tropas republicanas, y 100 hombres han muerto de los 300 de Antioquia que llevó el
comandante Córdova; el cuartel general de los patriotas está en Turbaco.
Por dos personas fidedignas que se han pasado de Santa Marta sabemos que en aquella plaza hay
muchos patriotas; que el obispo lo es, y que los españoles con muy pocas fuerzas aguardan la
división del coronel Lara que estaba en el Valledupar, concentrados en el pueblo de la
Ciénaga. Santa Marta será nuestra luego que lleguen las tropas republicanas. Warleta se
embarcó para Jamaica, y un buque de guerra inglés iba para Cartagena a sacar al virrey
Sámano, al brigadier Cano y al obispo Gregorio Rodríguez.
Se ha publicado el oficio de Morillo al comandante de Cúcuta; sin duda lo que propone es que
reconozcamos la constitución española y que todo se olvidará. Todavía viene ensalzando la
clemencia del rey Fernando VII. EI general Latorre escribe al presidente Bolívar en términos
muy decorosos. Este contestó que no oía las proposiciones del diputado Herrera si no era
bajo la base de reconocer la España a Colombia por un “estado libre, soberano e
independiente”. Admite el armisticio de un mes solo para el ejército de Cúcuta. […]
Agosto 13
Se han elegido hoy los diputados de Antioquia para el futuro congreso de Colombia. Los 15
electores se reunieron en Medellín presidiendo el gobernador político de la provincia.
Resultaron electos para diputados principales los señores Francisco Antonio Zea,
vicepresidente de Colombia; doctores Félix Restrepo, Vicente Borrero, José Manuel Restrepo y
Pedro Francisco Carvajal. Suplentes, primero el señor Miguel Santamaría, natural de Méjico,
y quien sirve en la escuadra del almirante Brion. Si no pudiere ser elegido, serán suplentes
los señores Carlos Álvarez Tirado, Joaquín Gómez Hoyos, Manuel Antonio Jaramillo, Francisco
Montoya Zapata y Juan Uribe, con el orden expresado.
Agosto 19
El general español Latorre aceptó el armisticio por un mes y dice que con mucho placer,
pero que ignoraba las bases que fijarían los diputados que vienen de España a tratar con
el general Bolívar. Morillo ha oficiado a éste dándole tratamiento de excelencia, y al
congreso de serenísimo. ¡Qué mutación tan repentina!... El diputado de Latorre, Herrera,
fue tratado muy bien por el presidente Bolívar.
Continúa el sitio de Cartagena. Han salido de la plaza los principales jefes, Sámano, el
obispo y otros. El gobernador Torres ofició al coronel Montilla para que dirigiera con
prontitud un pliego al general Bolívar, diciendo que le hacía proposiciones ventajosas a
la república. Montilla lo abrió en virtud de sus facultades y le contestó que entregara
la plaza a discreción y garantizaba la vida de todo español dándoles pasaporte para
seguir donde quisieran. No se dicen las proposiciones que contenía el oficio para
Bolívar. De la plaza ha salido casi todo el paisanaje, y el gobernador no había
contestado a la intimación de Montilla, El bloqueo se estrechó y ocupamos el cerro de La
Popa. Hay esperanza de que pronto se termine. De Santa Marta nada hemos sabido en los
últimos diez días.
Agosto 19
Se repite la noticia en las gacetas extranjeras de que la España o sus cortes reconocen
la independencia de Chile, Buenos Aires y La Nueva Granada, pero todavía no es una cosa
positiva y aguardamos con ansia la llegada de los comisionados del gobierno español para
ver los tratados que proponen al presidente de Colombia. Sin embargo, parece indudable
que para siempre hemos asegurado nuestra independencia y que la guerra camina
rápidamente a una pronta y feliz terminación. Los esfuerzos de los pueblos son
prodigiosos y el gobierno obra con mucha unidad y energía. Tenemos que hacer grandes
sacrificios, pero la patria nos recompensará con usura.
En menos de un año han salido de Antioquia para el gobierno y remitídose a Santafé,
162,000 pesos en dinero. Hay para el mismo efecto 6.000 pesos y 50.000 que se están
coleteando para conducir el teniente coronel Ricaurte que marcha con su batallón de 500
hombres a unirse sobre Cartagena con la división del coronel Montilla. La provincia
además remitió a Santafé 900 reclutas de los esclavos, e igual número de libres que se
han alistado en los batallones de Cazadores y Girardot, formados en Antioquia. En
vestirlos, disciplinarlos y sostenerlos se han gastado sobre 100,000 pesos, lo que
añadido a los gastos de raciones, marchas, etc., no baja de 400,000 pesos lo que en un
año ha dado la provincia para sostener la república. Son esfuerzos prodigiosos que ya
comienzan a sentir los pueblos.
Agosto 29
Ayer llegó el teniente coronel Pedro Acevedo, que viene de gobernador interino de la
provincia por haber marchado para Cartagena el 23 del corriente el teniente coronel
Ricaurte, que manda el batallón Girardot. Sacó 450 hombres, pero ha sufrido mucha
deserción y no se embarcarán 400 en Juntas.
[…]Las gacetas inglesas dicen que se ha renunciado en España a toda idea de expedición
contra la América del Sur. Todos los buques fletados se han devuelto a sus dueños y
parte de las tropas se ha licenciado. Es por tanto ya segura nuestra independencia y el
término de la lucha no está muy distante. ¡Qué días tan bellos los que vamos a tener
cuando Colombia sea reconocida como una nación!... ¡Gloria al inmortal Bolívar que ha
fundado la república con su constancia y heroísmo en combatir a los españoles!
Nuestro ejército del sur permanece en Popayán. Son muy lentas las operaciones del general
Valdés. Algunos dicen que aquel ejército no es bastante fuerte para atacar a Quito.
Otros, que tiene más de 3.000 fusileros. Los patianos sorprendieron a 17 guías, mataron
8 e hicieron algunos prisioneros. Patía nos hará siempre la guerra, y sus habitantes son
los llaneros del sur. […]
Septiembre 19
Al fin hemos sabido las propuestas de los diputados del general Morillo. Declararon que
el rey no podía reconocer la independencia de Colombia sin oír el voto de la nación
reunida en cortes. El general Urdaneta y el coronel Pedro Briceño, comisionados por el
general Bolívar, dijeron entonces que sin aquella base no oían proposición alguna. Los
diputados españoles Linares y el teniente coronel José María Herrera, por enfermedad de
Toro, instaron entonces porque se ajustara un armisticio general por diez meses, a lo
que de ningún modo accedieron nuestros comisionados. Así la campaña de Venezuela se
abrirá en el próximo mes de octubre. Cuando los enemigos instan tanto por la cesación de
hostilidades, deben estar débiles. Estos son pues los momentos más preciosos que se nos
presentan para activar las operaciones militares y obligarles a la paz.
El general Bolívar estaba el 23 último en Barranquilla con el almirante Brion; el 25
marchó para la línea de Turbaco, y de allí escribía que regresaba a Cúcuta a ponerse al
frente del ejército que debe obrar en la provincia de Caracas. Se activaban las
operaciones contra Santa Marta, el 5 de este mes se ponían movimiento desde Barranquilla
y Soledad 2.000 hombres, seis buques mayores y muchas lanchas, todo contra aquella
plaza. Creemos que a la fecha estará en nuestro poder.
La cámara de representantes de los Estados Unidos resolvió el 11 de mayo, por una mayoría
de 80 contra 76, que se conocieran los gobiernos independientes de la América del Sur.
La moción fue propuesta y sostenida por el prefecto speaker de la misma cámara, H. Clay.
Este es un paso de la mayor importancia que hemos dado en nuestra carrera política. Aún
sufrirá el reconocimiento muchas dificultades, pero esto puede ser que incline la
balanza a nuestro favor, y otras potencias se resuelvan a hacer lo mismo, especialmente
la Inglaterra, en donde a la fecha trabajará el señor Zea como nuestro enviado en
Londres […]
Octubre 9
[…] Por las gacetas de Jamaica sabemos que el señor Zea, ministro plenipotenciario de
Colombia, había llegado a Londres en junio, y que a fines del mismo debía salir para
París, adonde también se extendía su misión. Los papeles públicos de Londres dicen que
es un sabio de primer orden, y hablan de él con mucho elogio. […]
Octubre 24
Por noticias fidedignas sabemos que los españoles que sorprendieron a Turbaco el 30 de
agosto degollaron a todo viviente que cayó en sus manos, hombres, niños y mujeres; entre
estos perecieron dos jóvenes hijas de doña Jacinta Calonge, señora que había salido de
Cartagena. Tal atentado contra la humanidad se cometió después que los españoles, por
medio del gobernador Torres, prometieron hacer la guerra según la ley de las naciones,
como consta del oficio al general Bolívar. Cartagena ha reunido tres corbetas, dos
bergantines y otros barco hasta el 9, buques de guerra; su marina es superior a la
nuestra y ha declarado a Sabanilla en estado de bloqueo. No podremos hacer el comercio
sino con mucho peligro, y puede obstruirse el Magdalena si pronto no se toma a Santa
Marta. […]
Noviembre 18
[…] En Bogotá hay mucho descontento con el vicepresidente Santander, porque dicen es un
déspota. Verdaderamente ha cometido actos arbitrarios, pero ha sido imposible seguir
otra conducta en este tiempo de revolución, cuando es necesario usar de mucha energía
para salvar la patria. Hay en Bogotá un partido grande que tiene ideas exageradas de
libertad, las mismas que nos perdieron en la primera época de la república. Si el
congreso las adopta, me parece que nuestra independencia correrá grandes peligros. […]
Diciembre 8
Nos ha llegado por el correo la plausible noticia de la toma de Santa Marta. El 10 de
noviembre fue ocupado el pueblo de San Juan de la Ciénaga después de un ataque muy
reñido que duró medio día entre nuestra escuadrilla y tropas de tierra, con el ejército
real; 600 hombres de este quedaron tendidos en el campo, entre ellos muchos indios de
aquel pueblo, que son muy fanáticos por el rey.
[…]
Diciembre 31
Se ha realizado el armisticio que se firmó en Trujillo el 26 de noviembre último. Los
comisionados por parte del presidente de la república fueron el general Antonio J.
Sucre, el coronel Pedro Briceño y el teniente coronel J. G. Pérez. En general cada parte
ha retenido las posiciones que ocupe al tiempo de notificarle la suspensión de
hostilidades. Morillo ha reconocido con este paso a la república de Colombia aunque
indirectamente. El armisticio durará 6 meses, y se prorrogará por todo el tiempo que
quieran las partes, pero se ha de notificar su cesación 40 días antes de romperse las
hostilidades. Todos los países de Colombia y de la España podrán comerciar mutua y
francamente entrando y saliendo por los puertos de Maracaibo y Cartagena, lo mismo que
los enviados y agentes que salgan del gobierno de Colombia o que envíen los países
extranjeros.
Tampoco podrá ninguna de las dos partes beligerantes aprestar expedición alguna, y solo
se permitirá el arribo a los puertos españoles de algunos buques de guerra que deben
estar navegando para América, los que no podrán desembarcar tropas, y relevarán igual
número de buques de la escuadra española que obra sobre las costas de Venezuela.
Generalmente, los pueblos de Cundinamarca han recibido con disgusto el armisticio, del
que juzgan que ningunas ventajas van a sacar y que solo servirá para detener el curso
victorioso de nuestras armas, en lo que parece tienen razón. Por algunos datos se cree
que habrá un tratado secreto o razones que ignoramos para dar semejante paso, y todo el
mundo reposa en el patriotismo y talentos del general Bolívar. Probablemente el
armisticio será un preliminar para la paz a fin de que principien a calmarse los ánimos,
y en tal caso nos tiene cuenta. Por el sur, si el general Valdés hubiera tenido
actividad, nos cogería el armisticio cerca de Quito. Nuestro ejército se movió del Valle
del Cauca el 3 de este mes y hasta fines del mismo no se le notificará la cesación de
hostilidades. Sabemos que los españoles no tenían fuerzas en Juanambú y Pasto. Se habían
concentrado en Quito para oponerse a 800 hombres que habían marchado de Guayaquil contra
aquella ciudad. Siendo esto cierto, podremos avanzar mucho sobre el sur.
Diciembre 31
Al siguiente día que se ajustó el armisticio se firmó un tratado entre los comisionados
del gobierno español y los de Colombia para regularizar la guerra en caso de que vuelva
a romperse. Cesó para siempre esa guerra bárbara que nos ha hecho la España y que
nosotros hemos retaliado con furor. En lo venidero solo irán los que caigan en el fuego
de la pelea. Las vidas de todos los demás serán respetadas, y los prisioneros de guerra
tratados con las condiciones que exige el derecho de gentes. Dicho convenio está lleno
de filantropía y humanidad, y si los españoles lo observan (duda que naturalmente se
presenta a los americanos), hemos ganado mucho, aun cuando la guerra vuelva a
encenderse. Al publicar este tratado hemos, por la primera vez, dado un elogio a
Morillo, ese asesino de todos nuestros grandes hombres. La pluma se resiste, y aunque la
política lo exija a fin de que calmen las pasiones, es imposible tratarle con
consideración y miramientos, como parece que lo ha dispuesto el general Bolívar.
El congreso de Colombia se va a instalar inmediatamente. Se ha mandado que los diputados
de esta provincia de Antioquia marchen a Cúcuta con aceleración. El autor de este diario
es uno de ellos, y ha resuelto no ir aprovechándose de la facultad que el presidente dio
a los empleados en el poder ejecutivo para ir o no. Estoy persuadido que el congreso no
puede ser constituyente, y que solo hará algunos arreglos provisionales, para lo cual no
es preciso que concurran todos los diputados.
Año de 1821
Enero 11
Nuevos acontecimientos parece que presagian la paz y el reconocimiento de la
independencia de Colombia. El general Morillo, después de firmar el tratado de
armisticio, solicitó una entrevista con Bolívar. Este accedió con mucho gusto y se
verificó en Santa Ana, pueblo situado entre Carache y Trujillo. Morillo dio un convite a
Bolívar después de haberse abrazado con la mayor cordialidad. Allí se brindó por
Colombia y por la nación española y hubo mucha franqueza; Morillo propuso que para
perpetuar aquel acontecimiento, del que iban a seguirse tantos bienes a la humanidad, se
erigiera una pirámide en cuya base se grabaran los nombres de los comisionados de
Colombia y de España, que habían presentado, redactado y concluido el tratado de
regularización de la guerra entre los dos pueblos; que la primera piedra, que debía ser
el fundamento de esta pirámide, fuese conducida por el presidente de Colombia y por él,
que habían aprobado y ratificado aquel tratado, que se vería en Europa como un documento
eterno de generosidad y filantropía. Que sobre aquella piedra se renovaran sus promesas
de cumplirlo estricta y fielmente, dando de este modo un carácter más augusto y
religioso a aquel convenio, que debía llamarse “el de la conservación de los que en lo
sucesivo sean destinados por los dos gobiernos a sostener sus derechos”. El presidente
de Colombia adoptó la idea con transporte, y acompañado de Morillo condujo una piedra
angular que debe ser la primera de la pirámide. También propuso Morillo que los dos
gobiernos destinaran ingenieros que se encargaran de esta obra, y que se dibujara un
cuadro que representase al presidente de Colombia y al general español en el acto de
abrazarse la primera vez.
La entrevista se concluyó a satisfacción de ambas partes. El general español Latorre se
manifestó muy liberal, y dijo a Bolívar que descenderían juntos hasta los infiernos en
persecución de los tiranos. Cuando Morillo trata a nuestro presidente con tanta
consideración es de presumirse que tenga órdenes de la corte y que no esté lejos el
reconocimiento de nuestra independencia. Se añade, por cartas particulares, que Morillo
se va para España y que Latorre queda mandando en Venezuela.
Ya se anuncian los oficiales que vienen de España encargados de proposiciones pacíficas
para los americanos. A Venezuela van el brigadier don Juan Sartorio y el capitán de
fragata don Francisco Espelius. A la Nueva Granada vienen el capitán de fragata don Juan
Barry y el de navío don Tomás Urrecha. Otros, hasta el número de 11, van a diferentes
puntos. Se dice que si no pueden conseguir que renunciemos a las ideas de independencia,
nos propondrán que coronemos al hijo de la reina de Etruria. ¡Qué delirio!...
[.,,].
El general Morillo se despidió de sus tropas por una proclama el 3 de diciembre. Es digna
de verse. Ha quedado con el mando Latorre, hombre que no tiene ni la opinión, ni la
energía, ni la actividad, ni la fortuna de Morillo. Este se ha marchado para España, y
se asegura que dijo en la entrevista de Santa Ana que iba a colgar la casaca y retirarse
a su casa. Sí, allí en silencio será despedazado por los remordimientos de tantas
víctimas ilustres como sacrificó a la tiranía en la Nueva Granada y Venezuela. Verá
también su nombre cubierto de oprobio y execración en la historia que haga pasar a la
posteridad la revolución de Colombia, asociado al de su segundo Enrile, que tuvo tan
gran parte en los asesinatos de Santafé el año de 1816.
[…]
Bolívar no va ya para el sur, el 14 de este mes seguirá de Bogotá para Cúcuta con el
objeto de instalar el congreso de Colombia, lo que se verificará el 1° de marzo próximo.
En el mismo tiempo marchaban para aquel destino todos los diputados que había en
Santafé, pues a ninguno se le ha admitido excepción aunque hayan sido empleados. Esto
indica que el autor de este diario tendrá también que ir.
[…]
Febrero 28
El 10 de febrero llegaron a Pasto los coroneles Moles y Morales. El obispo de Popayán,
Jiménez, y el comandante García se empeñaron en tratar al último decorosamente, pero el
pueblo atropado gritaba ¡mueran los insurgentes! ¡Qué hombres tan idiotas y fanáticos
por el rey!
[…]
En Cartagena y otros puntos de la república se verificó el canje de prisioneros conforme
al tratado de la regularización de la guerra. La humanidad cesó de gemir con la bárbara
guerra que nos hacían los españoles, y Colombia comenzó a ser tratada con respeto a
consecuencia de los tratados de Santa Ana.
[…]
Junio 25
[Después de la batalla de Carabobo] el Libertador presidente, después de haber
reorganizado en Valencia el ejército, marchó sobre Caracas con tres batallones de
infantería y uno de caballería. […]
El 29 de junio entró el Libertador presidente en Caracas después de 7 años que los
españoles le habían expelido de aquella ciudad, su patria. El lugar estaba desolado a
consecuencia de los últimos sucesos de la guerra y las continuas emigraciones; pero se
hicieron al ilustre Bolívar todos los obsequios que fue posible, y la parte de la
población que existía manifestó algún entusiasmo. Aún estaban temerosos de que volvieran
los españoles.
[…]
En consecuencia de la victoria de Carabobo, todo el territorio de todo Venezuela,
exceptuando solamente las plazas de Puerto Cabello y Cumaná, fue ocupado por las armas
vencedoras. Los españoles reunieron en la primera cerca de 4.500 hombres de los
dispersos, fugitivos y de las columnas de Pereira y la de Tello, que se salvaron; 1.000
había en la segunda. Bolívar se contentó con poner una línea de bloqueo no estrecho a
Puerto Cabello para promover la deserción, que comenzó a ser muy grande aun de los
españoles europeos, cosa que no ha sucedido sino raras veces en la historia de la
revolución de América. La mayor parte de los prisioneros hechos en Carabobo tomaron
también servicio en el ejército republicano, que de este modo llenó en parte las bajas
sufridas en la campaña, que habían sido muchas. Cuando se abrió, el ejército de Bolívar
constaba de 11.000 hombres, y en Carabobo apenas pudo reunir 6.500; las enfermedades,
principalmente, habían causado tanta disminución.
[…]
La narración de los sucesos de la memorable campaña de 1821 ha llamado toda nuestra
atención hasta ahora. Para no interrumpirla no hemos mencionado otros sucesos
principales de la historia de Colombia. Ocupa entre estos un lugar prominente todo lo
que atañe al primer congreso general convocado para el Rosario de Cúcuta, del que vamos
a ocuparnos.
Habían corrido los meses de marzo y abril en que un número considerable de diputados de
las provincias libres de Venezuela y Nueva Granada estaban reunidos en el Rosario. El
Libertador presidente se hallaba ocupado en la campaña de Venezuela, y absolutamente no
había quién pudiera presidir aquel grande acto. En poco tiempo habían muerto en Cúcuta
dos vicepresidentes de Colombia, el doctor Juan Germán Roscio, nombrado por el congreso
de Angostura, y el doctor Luis Eduardo Azuola, elegido interinamente por Bolívar. Por
esta falta y porque no acababan de llegar los diputados, cansados los que estaban en
Cúcuta proponían partidos desesperados. Pretendían algunos que el congreso se instalara
por sí mismo sin aguardar la intervención del poder ejecutivo, que parecía haberlos
olvidado; no dictaba medida alguna para la instalación ni para la subsistencia de los
representantes, algunos de los cuales estaban sufriendo aun el hambre por falta de
recursos; otros eran de opinión que cada uno se volviera a su casa, supuesto que el
poder ejecutivo no daba providencias para la instalación; otros, más constantes y
patriotas, predicaban a sus compañeros la paciencia y el sufrimiento por algunos días
más, pues si no tenía efecto la reunión del congreso general, era muy difícil que se
volvieran a juntar los miembros escogidos para componerle, y Colombia seguiría bajo del
yugo verdaderamente de hierro de un gobierno puramente militar. Con tales reflexiones
consiguieron calmar la impaciencia de sus compañeros e hicieron un servicio muy
distinguido a la república.
Abril 27
En los primeros días de abril llegaron algunos diputados más, y cuando menos lo
esperaban se presentó en Cúcuta el general Antonio Nariño con el título de
vicepresidente interino de Colombia y con la comisión de instalar el congreso en el
lugar designado por la ley fundamental. Ambos títulos se los había conferido el
Libertador presidente, con quien Nariño se había visto en el cuartel general de
Achaguas, en el viaje que hacía de Guayana al interior de la Nueva Granada. Como el
nombre de Nariño es célebre en los anales de la revolución, daremos una sucinta relación
de sus últimas aventuras.
Después que en 1814 cayó prisionero en Pasto perdiéndose una gran parte del ejército
republicano, fue conducido a Quito, y el presidente español Montes le envió a Lima, de
donde fue remitido a España y sepultado en la cárcel de Cádiz. Allí permaneció hasta
1820, en que la revolución de la península le puso en libertad; pasados los primeros
momentos, el rey dio orden para que nuevamente se le redujera a prisión, y habiéndolo
presentido Nariño, se escapó a Gibraltar de la isla de León en donde se hallaba. De allí
pasó a Londres y París y se trasladó después a Guayana. La casualidad quiso que llegase
al cuartel general de Achaguas en los días en que el Libertador había recibido noticia
de la muerte del vicepresidente Azuola; por este motivo y porque Nariño tenía alguna
celebridad, lo hizo vicepresidente interino con la comisión de instalar el congreso.
La villa del Rosario de Cúcuta, capital provisional de Colombia, es lugar como de 3.000
almas de población, está situada en un valle estrecho de poco más de dos leguas de ancho
que corre del sur al norte, y lo forma el río Táchira, límite entre la antigua Venezuela
y Nueva Granada; yace al oriente la cordillera de los Andes que divide las aguas que van
al lago de Maracaibo de las que se precipitan en el Orinoco; por el occidente solo tiene
bajas colinas que separan este valle del de San José de Cúcuta, que dista una legua y
media. La villa tiene, poco más o menos, 200 malas casas, la mayor parte de teja, pero
de mal gusto y sin comodidad; las calles están empedradas y tiradas a cordel; tiene una
bella iglesia. El clima es cálido, aunque se refresca por una brisa continua y violenta,
que por otra parte incomoda mucho; el término medio del termómetro de Fahrenheit es de
80 a 83 grados; apenas estará sobre el mar como 80 toesas. El aire es muy seco, y por
tanto el lugar no es malsano. Como la guerra ha desolado los valles de Cúcuta, el
Rosario no ha ofrecido comodidad alguna a los diputados y miembros del gobierno. Escasez
de víveres, mala calidad y alto precio de los alimentos, casas incómodas y sin muebles,
y sobre todo el calor, el viento continuo y el agua siempre turbia hicieron la mansión
del Rosario muy desagradable a los miembros del congreso. Esto sucedió principalmente en
los meses que pasaron en la incertidumbre de si habría o no congreso de Colombia; los
más creían lo último viendo que no aparecía algún comisionado del poder ejecutivo, que
parecía haber olvidado a los representantes de los pueblos, después de haberlos
convocado con urgencia. Sin duda esto provino de la necesidad de terminar la guerra de
Venezuela, que absorbía toda la atención del Libertador.
El arribo del general Nariño puso fin a las ansiedades de los diputados; aún se
presentaron algunas dificultades para la instalación del congreso, y una de ellas fue
que solo había 57 diputados presentes, y siendo 19 las provincias libres el total era de
95, pues cada provincia debía haber enviado 5. Siendo imposible reunir mayor número y
hallándose el gobierno facultado por el decreto de convocatoria para allanar todas las
dificultades que ocurrieran en la instalación del congreso, el vicepresidente decretó
que, existiendo en el Rosario la mayoría de los diputados, debía con ella instalarse el
cuerpo constituyente de la nación, y se fijó el 6 de mayo.
Mayo 6
El vicepresidente concurrió al templo en compañía de los diputados con el fin de invocar
el auxilio divino con el augusto sacrificio de la misa. Pasando después a la sacristía
de la iglesia, que era espaciosa, y el salón preparado para las sesiones, recibió
juramento en común de todos los diputados de cumplir fielmente sus deberes, y declaró
legalmente instalado el congreso general de Colombia. Los diputados eligieron, por votos
secretos, para presidente temporal del congreso al doctor Félix Restrepo, diputado por
la provincia de Antioquia, y al señor Fernando Peñalver para vicepresidente. Secretarios
perpetuos fueron nombrados los diputados Francisco Soto y Miguel Santamaría. El acto de
la instalación del congreso se hizo sin pompa alguna y con una sencillez espartana. En
el Rosario no había elementos para solemnizarla; apenas hubo algunas diversiones de los
habitantes de la villa, y expresiones sinceras de su regocijo.
Una de las primeras atenciones del congreso fue la de acordar un reglamento de proceder
para introducir el orden en las discusiones; se formó en efecto, pero después de muy
largas disputas. Otro objeto importante que ocupó la atención del congreso fue la
renuncia que hizo de la presidencia el general Bolívar, con expresiones bastante duras
“de que estaba cansado de oírse llamar tirano”. El cuerpo de la nación no admitió la
renuncia, contestando al general un oficio muy decoroso y digno del Libertador. También
confirmó de vicepresidente interino al general Nariño.
Este trató de que el congreso se trasladara a Bogotá, bajo el pretexto de que en el
Rosario no había dinero con qué mantener a los diputados, como en efecto sucedía. Ganó
un partido aunque la mayoría se denegó a la traslación, y este negocio hizo perder al
congreso algunas sesiones.
Junio 4
Al fin se comenzó a examinar la ley fundamental de Colombia, que había sancionado el
congreso de Venezuela, y que era una base precisa para formar la constitución. Un
partido numeroso se decidió por la unión de Venezuela y de Nueva Granada bajo el sistema
de que se federasen los Departamentos. Tal idea fue combatida vigorosamente por otros
miembros muy respetables que, enseñados por la experiencia, veían en la federación un
sistema de gobierno débil, y por el contrario uno muy vigoroso en la centralización.
Además, Colombia en la actualidad era incapaz de confederarse por la falta de hombres y
de recursos, que apenas bastaban para un solo gobierno. Después de 15 días de
discusiones acaloradas en que brillaron por la federación los diputados Márquez y
Alejandro Osorio, y contra ella los señores Gual, Azuero, Soto, Gómez, Peñalver y otros,
se decidió “que Venezuela y la Nueva Granada se unieran en un solo cuerpo de nación con
un solo gobierno popular representativo, y que el territorio de la república se
dividiera en varios círculos o departamentos menores que los actuales de Venezuela,
Cundinamarca y Quito”. Después que se votaron estas proposiciones, todos los diputados
quedaron contentos, y se encargó a la comisión de legislación, compuesta de los
diputados J. Manuel Restrepo, Vicente Azuero, Luis Mendoza, Diego Gómez y Cornelio
Valencia, que formaran un proyecto de constitución y lo presentaran cuanto antes. El
vicepresidente Nariño presentó uno que había formado, y el congreso lo mandó pasar a la
misma comisión, lo que disgustó mucho a Nariño, que deseaba se examinase y sancionara el
suyo, que era inadaptable a Colombia, y que proponía una confederación.
Junio 9
En estos días ocurrió un accidente desagradable que pudo causar males muy grandes a la
república. El irlandés general Devereux, por un agravio que supuso había hecho el
general Nariño a una paisana suya, viuda del coronel English, pasó al vicepresidente una
esquela que Nariño creyó un desafío. A pesar de los empeños que algunos amigos de
Devereux hicieron con el vicepresidente Nariño para que el negocio no se enjuiciara, le
mandó arrestar y seguir causa poniéndole en un calabozo, privado de comunicación.
Cansado Devereux de sufrir una incomunicación de más de 15 días, ocurrió al congreso
quejándose de Nariño como de un opresor. Este negocio se vio en los días 9 y 10 de
junio; algunos diputados se pusieron de parte de Devereux, y otros de la de Nariño, y
hubo acaloradas disputas en que este fue tratado de tirano, especialmente porque sin
motivo no daba a Devereux, un general extranjero que había hecho a Colombia servicios
muy importantes, una posición decente, y lo tenía preso en una cocina, como en efecto
sucedía. El congreso resolvió que se pusiera a Devereux en una prisión decente, que se
le dieran todos los auxilios para defenderse, y que se le dejara en comunicación con el
cuerpo soberano de la nación”. Con nada de esto cumplió Nariño que salió objetando el
decreto, porque decía no ser del resorte del congreso, y pertenecer el negocio a los
tribunales de justicia. Al mismo tiempo añadía expresiones muy duras contra la
representación nacional, diciendo “que en la materia no obedecía ni obedecería jamás”.
Esto acabó de exasperar el partido, que en las sesiones anteriores se había declarado
contra Nariño. Se pronunciaron contra él discursos muy fuertes, y algunos diputados
fueron de opinión que se le debía deponer como a un jefe que negaba la obediencia al
congreso general constituyente, que tenía el carácter de convención y reunía en sí todos
los poderes; otros le sostuvieron diciendo que el congreso debía explicar su decreto
anterior. Esta opinión prevaleció por una considerable mayoría. Sin embargo, pasaron
muchos días sin que el vicepresidente cumpliera con la disposición del congreso.
Devereux permaneció en la cocina que le servía de calabozo, hasta que Nariño, para
cortar la disputa, saliéndose con su designio, lo remitió preso al cuartel general del
Libertador presidente. Algunos diputados aún hicieron esfuerzos para que en el congreso
se diera la declaratoria de que el vicepresidente Nariño no había cumplido las órdenes
de la representación nacional, mas no pudieron conseguirlo; había muchos que eran sus
adictos y que le favorecían. Al fin el negocio se difirió indeterminadamente sin
resolución.
Julio 25
Este acaecimiento había hecho perder mucho tiempo al congreso e introducido la división
entre sus miembros. Todo el mundo vaticinaba que nada útil había ya. Pero felizmente se
quitó el principio de la discordia. El vicepresidente, disgustado por las disputas
anteriores con el congreso, viendo que tenía contra sí un número bien considerable de
diputados, y sobre todo hallándose en riesgo de perder la vida por una calentura
intermitente que iba degenerando en hidropesía, hizo renuncia de la vicepresidencia, que
obtenía interinamente. El congreso se la admitió, y en el mismo día procedió a nueva
elección. Resultó nombrado por una mayoría muy considerable el doctor José Maria
Castillo y Rada, miembro del mismo congreso, quien prestó en el acto el juramento en
manos del presidente del cuerpo, Nariño partió de Cúcuta para Bogotá, y con su viaje
quedó restablecida la unión entre los miembros del congreso, que se entregaron
tranquilamente a las tareas de su instituto.
Agosto 30
La comisión de legislación aceleró sus trabajos y presentó el proyecto de constitución
que se principió a discutir en los últimos días de julio. Según el método de proceder
que se había prescrito el congreso, toda ley o decreto legislativo debía sufrir tres
discusiones con un día de por medio entre cada una de ellas. Tanto la constitución como
la ley fundamental, la de libertad de vientres de los esclavos y los demás proyectos que
había pendientes, sufrieron esta misma marcha. En el mes de agosto se discutió y
sancionó la constitución con toda la madurez, calma y circunspección que demandaba una
materia de tanta importancia. El 30 de agosto se acordó enteramente y quedó cerrada toda
discusión y adición ulterior. El diputado Manuel Baños, un fanático refinado, se denegó
a firmarla en términos muy atrevidos. El congreso consideró la materia y lo expelió de
su seno. El doctor Miguel Peña firmó como presidente, y el doctor Rafael Lazo, obispo de
Mérida, como vicepresidente.
Ninguno había sido más opuesto al sistema de la independencia que este prelado. El siguió
el partido real hasta la transformación de Maracaibo, en cuyo tiempo se quedó en el
territorio de la república. El Libertador, con quien se vio en Trujillo, le trató muy
bien y le recomendó a varios de sus amigos en el congreso. Maracaibo le nombró
representante, y habiendo presentado sus poderes, algunos diputados fueron de opinión
que no se debía admitir en la representación nacional, como enemigo declarado de la
independencia. Al fin se resolvió su admisión siempre que hiciera juramento “de cumplir
con sus deberes y defender la independencia de Colombia”; el obispo sin contestar
directamente dio muestras de que no cumpliría y pidió que se restituyera el tribunal de
la Inquisición. Entonces decretó el congreso que el poder ejecutivo, haciéndole venir a
Cúcuta, le exigiera el juramento prevenido, y que si no lo prestaba le expeliera de
Colombia privándole de sus temporalidades. Llamado el obispo se resolvió a jurar, y la
república hizo en él una grande adquisición. En el congreso sostuvo por lo general las
opiniones políticas más liberales. Solo fue fanático cuando se trataban puntos que
tocaran a la Iglesia o a la religión, aunque siempre cedía sin terquedad. Así fue en la
gran cuestión de “si la constitución de Colombia debía llevar o no artículo de
religión”. Muchos diputados fanáticos pretendían insertarlo, y los liberales más
ilustrados sostenían lo contrario temiendo que se sancionara la intolerancia, que sin
duda hubiera sido lo mismo que perpetuar la debilidad y miseria de Colombia, que
necesita de los extranjeros para su prosperidad. El obispo de Mérida, aunque opuesto a
la tolerancia, fue de opinión que “siendo la constitución una ley política y la religión
de una esfera más elevada, no debía insertarse a artículo alguno que tratara de esta
última; que en su lugar el congreso dijera en una alocución a los pueblos, que su
religión y la de Colombia era la católica, apostólica, romana”. Así se acordó por una
mayoría en que solo hubo 5 votos en contrario. Aunque el partido liberal creía que no
era político el declarar abiertamente la tolerancia por no hallarse preparados los
pueblos a recibirla, sin embargo juzgaron haber conseguido un triunfo impidiendo que en
la constitución se insertara el artículo “de que la religión católica, apostólica,
romana era la religión del Estado. Ella, como que ha sido la de nuestros padres,
continuará siéndolo en efecto, pero sin coacción alguna y sin que se cierre la puerta a
que algún día, cuando haya más ilustración, se permita a los extranjeros que se
establezcan en Colombia el que adoren al Ser Supremo del modo que mejor les parezca o
bajo los ritos que les enseñaron sus mayores.
Consiguiente la mayoría ilustrada del congreso a estos principios, ha sancionado una ley
de 4 artículos en que extingue para siempre el tribunal de la Inquisición, declarando
que los obispos de Colombia o sus vicarios han reasumido la jurisdicción puramente
espiritual que ejercía el extinguido tribunal; ella prohíbe que los obispos procedan
contra los extranjeros y sus descendientes que estén establecidos en Colombia, siempre
que no hayan declarado que son católicos romanos. Por esta ley se ha abierto la puerta a
que los extranjeros vengan a vivir tranquilos entre nosotros, aunque sin permitirles el
culto público de su religión.
Mientras se hallaba ocupado el congreso en sus tareas legislativas se terminó felizmente
la campaña de Venezuela con la célebre victoria de Carabobo, cuyos pormenores están
consignados en los partes oficiales. El cuerpo constituyente decretó en 20 de julio un
triunfo para el general Bolívar y el ejército vencedor, mandando levantar una columna en
el campo de batalla para perpetuar la memoria de tan grande victoria.
Reducidos los españoles en Venezuela a las plazas de Puerto Cabello y Cumaná, el
Libertador presidente se dirigió hacia Coro y Maracaibo con una gran parte del ejército
vencedor. La primera provincia, aunque no pacífica del todo por la multitud de
guerrillas que la infestaban, no daba cuidados, y el presidente trasladó su ejército a
Maracaibo; parte embarcó para Riohacha y Santa Marta, y la otra parte la envió por La
Guajira a esta última plaza. Parece que pensaba concurrir a la rendición de Cartagena,
ocupar después el Istmo de Panamá y, embarcándose en esta ciudad, ir a Guayaquil para
atacar a Quito.
Septiembre
Entretanto los principales miembros del congreso, viendo concluida la constitución y que
el presidente Bolívar trataba de alejarse sin venir a Cúcuta, hicieron la moción de que
se procediera cuanto antes a elegir presidente y vicepresidente de la república, y que
se obligara a los electos a que fueran a prestar el juramento delante del congreso. Así
se acordó, fijándose el 7 de septiembre para la elección. Previamente se asignaron
30.000 pesos para sueldo del presidente constitucional de Colombia, 18.000 para el
vicepresidente cuando ejerza el gobierno y 6.000 cuando solo sea presidente del consejo.
También se declaró que el presidente y vicepresidente elegidos por esta vez debían durar
hasta la segunda reunión constitucional de las asambleas electorales, es decir, 5 años 3
meses. Esto para que en lo venidero se elijan cada 4 años todos los funcionarios que
prescribe la constitución.
Una mayoría muy decidida del congreso no tenía duda alguna en la elección de presidente.
El Libertador Bolívar reunía los votos a su favor con mucha justicia. Era el más digno y
el único que podía con su influjo consolidar el edificio aún mal cimentado de la
república. En cuanto al nombramiento de vicepresidente había más divergencia. El general
Nariño tenía partido, lo mismo el actual vicepresidente doctor Castillo; pero una
mayoría considerable estaba por el general Santander, vicepresidente de Cundinamarca. En
su gobierno había manifestado mucha firmeza, constancia en el trabajo, luces, y además
era militar, cualidad necesaria en las circunstancias. El presidente futuro parecía
resuelto a continuar en campaña y, por tanto, según la nueva constitución, el
vicepresidente debía ejercer el supremo poder ejecutivo mientras aquél se hallaba
ausente de la capital. Consideraciones tan poderosas hicieron decidir a una mayoría del
Congreso por el general Santander, sin embargo de que algunos le tachaban ser de un
genio fuerte y un poco inclinado al despotismo militar. Otros, muy amantes de la
libertad, habrían querido un vicepresidente civil o que no fuera militar, para
acostumbrar a los pueblos y al ejército a obedecer a hombres que no correspondían a
este; pero la república se habría expuesto a convulsiones, y si el que resultara electo
no era del gusto de los militares, se habrían burlado de sus órdenes e introducídose la
anarquía.
Septiembre 7
Llegado el momento de las votaciones se hizo la de presidente, y de 59 votos resultaron
los 50 por el Libertador Bolívar. Nariño sacó 3 o 4 y los demás se dispersaron. Siguió
el escrutinio de vicepresidente, y Santander sacó 32 votos, Nariño 16, Castillo, algunos
y los demás se dispersaron. La segunda votación se contrajo a los tres mencionados, y
aún no hubo elección porque el nombrado debía reunir las dos terceras partes de los
votos; la tercera se contrajo a los generales Nariño y Santander; el primero resultaba
con 37 o 38 votos, y el segundo con 19 o 20. Al fin, después de 9 escrutinios, el
general Santander reunió 39 votos, que eran dos tercios de los sufragios, y fue
declarado vicepresidente constitucional de Colombia, con aplauso de todos los que
estaban a su favor. El partido de Nariño, aunque sintió su mal éxito, no manifestó
descontento y se conformó con el nombrado.
Fue una felicidad para Colombia que el general Nariño hubiera tenido sus disputas con el
congreso. Esto manifestó a muchos diputados que estaban decididos a votar por él para
vicepresidente, que nada había aprovechado en el silencio y la meditación de los últimos
7 años que estuvo preso en Cádiz. Volvió al gobierno el mismo hombre de 1812 y 13,
enemigo de congresos y cuerpos legislativos, amante de intrigas, germen de división,
espíritu pequeño y con pocas luces en la ciencia del gobierno. Prueba de esto es la
parte de su proyecto de constitución que presentó al congreso, y el discurso de apertura
de este en que a bueno dijo y ni aun se atrevió a darlo a la imprenta. Una de las
pruebas más convincentes de que Nariño ama la división es que en 1812, cuando todo el
mundo quería congreso y federación, él sostenía el centralismo con las bayonetas y la
guerra civil; mas ahora que, enseñados por la experiencia, todos los miembros más
ilustrados del congreso querían una república central, Nariño proponía que la de
Colombia se llamara República equinoccial, y que se compusiera de muchos estados, es
decir, que volviéramos a la federación. Ha sido pues un acaecimiento feliz para que
Colombia se consolide, que Nariño no resultara electo vicepresidente; esto ha evitado
cien divisiones que hubiera introducido con su genio y carácter ambicioso. Los jefes
electos le conocen, y así dijo muy bien un diputado el día de las elecciones: “Hoy hemos
enterrado a Nariño políticamente”.
Septiembre 8
Al siguiente día de la elección salieron postas hacia Maracaibo y Bogotá llamando a los
generales Bolívar y Santander para que fueran a Cúcuta a recibirse prestando el
juramento constitucional en manos del congreso. Entretanto se mandó imprimir la
constitución y se acordó que se difiriese el pasarla al poder ejecutivo hasta la venida
del general Bolívar. Convenía que este la mandara ejecutar, pues viendo en ella su firma
como presidente de la república, todo el mundo la obedecería y respetaría. Los diputados
temían un poco al ejército y a los militares que habían manifestado de palabra que no
amaban el congreso ni el que se dieran instituciones que cortasen los abusos y
desórdenes necesarios en una revolución y gobierno militar como había sido el de
Colombia.
Octubre 2
Entretanto, el congreso general se ocupó muy activamente en adelantar sus trabajos
legislativos fuera de la constitución, las leyes más importantes que dio fueron la
fundamental, en que se hallan las bases de la misma constitución, y la división del
territorio de la república en departamentos más pequeños. Antes solo había dos: el de
Cundinamarca y el de Venezuela, no contando con el de Quito, ocupado aún por los
españoles; por tanto, los vicepresidentes de aquellos departamentos, especialmente el de
Cundinamarca, tenían todo el poder efectivo de la república. Esta no podía subsistir con
división tan defectuosa, pues el día que alguno de los vicepresidentes dijera que no
obedecía al poder ejecutivo, tenía a su disposición fuerzas bastantes para sostener una
guerra civil; la unión, pues, no hubiera subsistido. Lo contrario sucederá habiendo
formado en la antigua Venezuela los departamentos de Venezuela, Orinoco y Zulia, y en
Cundinamarca el de este nombre, el de Boyacá, Magdalena y el Cauca. El primero comprende
las provincias de Caracas y Barinas; el segundo las de Cumaná, Barcelona, Margarita y
Guayana; el tercero las provincias de Coro, Trujillo, Mérida y Maracaibo; el cuarto las
de Bogotá, Antioquia, Mariquita y Neiva; el quinto las provincias de Tunja, Socorro,
Pamplona y Casanare; el sexto las de Cartagena con sus islas adyacentes, Santa Marta y
Riohacha; el séptimo las provincias de Popayán y el Chocó. A cada uno de los
departamentos debe presidir un magistrado político con el nombre de intendente, y el
sueldo de 6.000 pesos que ha de tener un teniente asesor letrado. Las provincias serán
presididas por gobernadores que también tienen tenientes asesores letrados que les
ayuden al despacho de los negocios. Con estas disposiciones, que sin duda son muy
políticas y sabias, quedó organizada la república de modo que ningún magistrado obtiene
un mando muy extenso, y en caso de inobediencia puede fácilmente ser compelido a cumplir
con sus deberes.
Octubre 2
Tales son las disposiciones de la ley de 2 de octubre último, que parece debe consolidar
la unión de Venezuela y Nueva Granada.
La de 12 del mismo octubre organizó los tribunales de justicia, estableciendo uno
compuesto de 7 jueces y 2 fiscales para el distrito del norte, compuesto de los
departamentos de Venezuela, Orinoco y Zulia, el que ha de residir en la ciudad de
Caracas; otro, de igual número, llamado del centro en Bogotá adonde ocurrirán los
departamentos de Cundinamarca, Boyacá, Magdalena y parte del Cauca; otro, en fin, en
Quito para los departamentos que se formen de esta antigua capitanía general. Cada uno
de los jueces y fiscales tiene asignados 3.600 pesos anuales.
Antes de que se sancionaran estas leyes contestó el general Santander que se ponía en
marcha para Cúcuta, y que verbalmente expondría si aceptaba o no el destino de
vicepresidente de la república. El general Bolívar, luego que recibió en Maracaibo la
orden para su viaje a Cúcuta, se puso en camino por el puerto de Escalante, y en poco
tiempo llegó al asiento del gobierno. También arribó Santander el 19 de octubre. Ambos
manifestaron estar contentos en muchos puntos con los trabajos del congreso, pero no les
agradaban algunos artículos de la constitución, especialmente el que previene que
algunos empleos se den con acuerdo y consentimiento del senado y todos consultando al
consejo de gobierno. Sin embargo, el general Bolívar dijo que estaba pronto a recibirse
de presidente siempre que se le permitiera ir a campaña, y el vicepresidente desempeñara
las funciones del poder ejecutivo.
Octubre 3
El general Santander indicó que si el gobierno supremo debía permanecer en Cúcuta, le
era imposible admitir el alto destino que se le había conferido. No hubo dificultad en
la solicitud del Libertador, y en consecuencia se asignó el 3 de octubre para recibir el
juramento. El futuro presidente fue acompañado al salón de las sesiones del congreso por
una diputación de 6 miembros; ocupando la derecha del presidente del congreso pronunció
un discurso en que manifestó sus sentimientos políticos, su amor por la libertad y su
repugnancia al mando. El presidente del congreso le contestó satisfactoriamente, y en
seguida se retiró el general Bolívar con un séquito numeroso. Poco después entró el
general Santander y juró, lo mismo que el presidente, cumplir con las funciones de su
ministerio observando y haciendo observar la constitución; también pronunció un
discurso, y ambos jefes fueron acompañados a su posada por diputados del congreso.
Octubre 6
Ocupado el cuerpo legislativo en arreglar la hacienda pública y los principales ramos de
la administración, se le presentó un problema bastante espinoso. Tal era el del lugar en
que debía residir el gobierno supremo. La experiencia había enseñado que el Rosario de
Cúcuta no era a propósito por la falta de población y de recursos, por su clima cálido y
porque estaba muy distante de Quito, departamento con quien se debía contar para fijar
la residencia del poder ejecutivo. Algunos diputados de Venezuela eran de opinión que
permaneciera en Cúcuta; otros, que se trasladara a Pamplona; otros, que a Maracaibo, y
la mayor parte, que a Bogotá. Eran muy poderosas las razones en que se apoyaba esta
opinión, patrocinada eficazmente por el general Santander. Las principales eran su
posición central en el territorio de Colombia. La abundancia de gentes, de recursos, de
edificios públicos y de cuanto era necesario para establecer un gobierno con el decoro y
dignidad correspondientes. Al fin, discutida la materia con calma y madurez, resultó por
una mayoría muy considerable “que Bogotá fuera por ahora la capital de la república y la
residencia del congreso y poder ejecutivo”. Algunos diputados venezolanos protestaron
contra esta resolución.
En los meses de septiembre y principio de octubre el congreso aceleró mucho sus trabajos,
pues la mayor parte de los diputados deseaban con ansia regresar a sus casas; así fue
que se asignó para la disolución el 14 o 15 de octubre. Entretanto, se arreglaron las
leyes de aduana, las de comercio, marina y las otras que eran más precisas. Ellas se
pueden ver en el extracto publicado en la Gaceta de Colombia y en el código impreso de
las leyes del primer congreso general.
Octubre 7
Posesionado el presidente de la república, se le pasó la constitución y la ley de la
división de los departamentos, a las que puso el ejecútese. En seguida nombró secretario
del poder ejecutivo. El doctor Pedro Gual lo fue de relaciones exteriores; el doctor
José Manuel Restrepo, del interior; el doctor José María Castillo, de hacienda, y el
coronel Pedro Briceño Méndez, de guerra y marina. Los tres primeros habían sido miembros
del congreso.
Octubre 10
Inmediatamente el Libertador Bolívar partió. Antes de su partida recibió del congreso
una autorización extraordinaria por un decreto en que le concede amplias facultades
en campaña, lo mismo que para organizar políticamente todos los países de Colombia
que liberte con sus armas.
Octubre 14
El 13 de octubre se terminaron los trabajos del congreso general de Colombia, y se
fijó el siguiente para la disolución. El presidente del cuerpo hizo una arenga
análoga a las circunstancias, y se declaró disuelto en medio de los vivas y
aclamaciones de los concurrentes. Los diputados se dieron el abrazo de despedida,
los más de ellos acaso para no volverse a ver.
Soy interesado en la gloria del primer congreso de Colombia; ignoro el juicio que las
naciones cultas y la posteridad harán de sus trabajos, lo que en gran parte
dependerá del éxito, pero juzgo ahora que es acreedor al amor y gratitud de los
colombianos. En medio de las privaciones y falta de recursos que había en Cúcuta,
sus miembros se dedicaron al trabajo con mucha constancia y un celo infatigable. Las
sesiones eran de todos los días de la semana, exceptuados los domingos, desde las 9
de la mañana hasta las 2 de la tarde. Por la noche había también 4 sesiones
extraordinarias, cada semana, de las 6 a las 8. El resto de la tarde y muchas veces
el de la noche, lo empleaban los diputados en redactar proyectos de ley y despachar
una multitud de expedientes que así el poder ejecutivo como los particulares
elevaban diariamente al congreso. Para cada uno de los ramos había nombrada una
comisión, que por lo común se componía de cinco individuos y facilitaba mucho los
trabajos.10
Después del suceso de Nariño y Devereux hubo en el congreso mucha unión, armonía y
gran deseo de acertar. Las materias se debatían con madurez, pero luego que se
votaban, los representantes que habían sido de opinión contraria seguían la mayoría
sin murmurar. A cada paso se veía esta conducta racional y generosa.
Al principio que se formó el congreso todo el mundo temía divisiones entre los
diputados granadinos y venezolanos, pero hubo la más perfecta unión, y estos nombres
se olvidaron en casi todas las cuestiones. Solo miraban los miembros del congreso
que eran diputados por Colombia. También se engañaron los que temían, no sin
fundamento, que del primer congreso resultarían divisiones en Colombia. Cinco meses
estuvo reunido, y en todo este tiempo reinó la mayor tranquilidad en los pueblos,
sin que en parte alguna de la república hubiera la menor conmoción. Esto prueba que
los habitantes de Colombia tienen las mejores disposiciones para un gobierno bien
establecido, y que solo quieren paz, unión, independencia y libertad.
El presidente del congreso duraba solo 15 días, tiempo demasiado corto. Fueron
presidentes los señores Félix Restrepo, Fernando Peñalver, Alejandro Osorio, José I.
Márquez, José Manuel Restrepo, Miguel Peña y Vicente Azuero; Osorio y Márquez fueron
reelectos.
Los miembros del congreso que más se distinguieron son los diputados Pedro Gual,
Vicente Azuero, Miguel Santamaría, José Ignacio Márquez, José María Castillo,
Alejandro Osorio, Diego Gómez, Miguel Peña, Félix Restrepo y Fernando Peñalver.
Había otros de segundo orden a quienes no faltaban luces, pero que no poseían el don
de la palabra. Se pronunciaron discursos muy elocuentes en la célebre cuestión del
gobierno que debía adoptarse, y fue muy notable el doctor Restrepo en el proyecto de
ley sobre libertad de los esclavos, de quienes era ardiente defensor. Hubo diputados
fanáticos, pero el mayor número era de liberales e ilustrados en materias de
religión.
Octubre 17
Disuelto el congreso, todos los diputados marcharon para sus casas, instalándose
antes la suprema corte de justicia de la república con el objeto de que propusiera
los miembros que debían componer las cortes superiores, como en efecto se verificó.
El congreso también había nombrado fuera de los ministros de la alta corte de
justicia, a los senadores de los 7 departamentos libres, 4 por cada uno.
Octubre 18
El vicepresidente, general Santander, partió también para Bogotá con sus nuevos
secretarios, los archivos y demás que debía trasladarse a esta ciudad. La imprenta,
que no pudo conseguir el congreso hasta la mitad de sus sesiones y cuya falta
perjudicó mucho al principio a su buen nombre porque nadie sabía en lo que se
ocupaba, quedó en Cúcuta para imprimir la constitución y algunas leyes.
El congreso procedió con mucha prudencia en materia de reformas. Solo hizo la de
todos los conventos menores que no tuvieran 8 religiosos sacerdotes, con el objeto
de promover la educación pública. Esta ley, que el Libertador pidió se suspendiera y
a que el congreso no asintió, causó a los regulares algún descontento, pero han
tenido que conformarse. La que extinguió la Inquisición, que en el fondo tolera
todas las sectas aunque sin culto público, excitó algunas murmuraciones de los
clérigos fanáticos, pero hallándose el gobierno bien montado, al fin callaron. Para
esto influyó mucho que el reverendo obispo de Mérida estuviera en el congreso, cuya
opinión de religioso se halla muy bien establecida. Mas, para decir la verdad, él no
tuvo parte alguna en semejante ley, y por el contrario la impugnó muy duramente.11
Notas
Esto se escribía bajo el mando de
Tolrá, que era violento.
El que esto escribe fue miembro
del congreso de Cúcuta y asistió a las sesiones desde el 8 de mayo hasta el
fin.
Nota del editor: algunas de
las fechas de estas anotaciones del diario se ubicaron en lugares más
acordes con el orden de los acontecimientos narrados. Asimismo, se
aclara que en unas de ellas (correspondientes al mes de octubre de 1821)
se encontró un empastelamiento que obligó a recortar unas líneas y a
darle un orden diferente a otras de ellas. Para su cotejo, se debe
consultar el Tomo I del Diario político y militar de José Manuel
Restrepo en la edición de la Imprenta Nacional, Bogotá, 1954, de donde
fueron tomados los textos que constituyen este volumen de Palabras
Rodantes.
Este diario continúa. El material aquí publicado constituye un pequeño
fragmento, seleccionado como edición conmemorativa del bicentenario de
la Independencia de Colombia.